Los Ahumada del valle del Choapa

La rama de la familia Ahumada 1) sobre la que trataremos en este artículo,  se origina a través de una serie de descendencias naturales y se afinca en el valle del río Choapa.

El fundador de este linaje en nuestro país fue el capitán Juan de Ahumada, quien vino a Chile en 1557 con don García Hurtado de Mendoza. Fue vecino encomendero y protector de indios de Santiago, ciudad de la que fue tres veces regidor y tres alcalde. En 1572 rindió una información de servicios,  transcrita en la “Colección de Documentos Inéditos” de Jose Toribio Medina 2).

Obtuvo dos encomiendas; una en Choapa (la que en relación con este artículo es la que más nos interesa) y otra en Duao, en la Actual provincia de Talca. Lo sucedieron en estas encomiendas sus hijos legítimos, primero don Roque de Ahumada, quien por morir sin herederos es sucedido en el norte por su hermano don Valeriano de Ahumada. Dicha encomienda fue traspasada a sus herederos por al menos cuatro generaciones 3).

Juan de Ahumada, tuvo un par de hijos naturales, Juan y María, quienes al parecer tuvieron bastante influencia en la vida de su padre. Fue el primero quien estuvo a cargo de sus haciendas en Choapa y a quien le heredo algunas tierras en dicho lugar.

Es a través del traspaso de estas tierras heredadas por este hijo espurio, que de cierta forma podemos vincular a algunas familias Ahumada que encontramos en registros parroquiales de Mincha e Illapel desde finales del siglo XVII con el linaje del fundador español, Juan de Ahumada.

Filiación hasta Los Ahumada de Mincha e Illapel

I. Juan de Ahumada, vecino de la ciudad de Santiago, natural de Medina de Rioseco, hijo legítimo de Juan de Ahumada y Catalina Pérez, quienes fueron vecinos de dicha villa en el Reino de España. Casado en 1580 con doña Catalina Hurtado, hija legítima del contador Juan Hurtado y de Leonor Godínez.

En su testamento otorgado en Santiago el 21 de noviembre de 1611, dijo haber tenido los siguientes hijos (sobre algunos se puede encontrar bastante más información, pero en esta publicación los repasaremos brevemente):

  1. Juan de Ahumada, fraile profeso de la orden de Santo Domingo.
  2. Agustina de Ahumada, monja profesa de la Limpia Concepción.
  3. Roque de Ahumada, quien fue sucesor de las encomiendas de su padre. Testo en Santiago el 28 de abril de 1629. Soltero.
  4. Cristóbal de Ahumada, se casó con doña Francisca de la Vega Huerta y Barros, con quien tuvo una extensa descendencia.
  5. Valeriano de Ahumada, que fue inmediatamente después de su hermano Roque, administrador del pueblo del Choapa, corregidor de Santiago en 1638. Se casó con doña María Maldonado.
  6. Luisa de Ahumada, casada con el capitán Pedro de Contreras Valdivia.
  7. Beatriz de Ahumada, quien se casó en primeras nupcias con el sargento mayor Bernardo de Castro Verde y en segundas nupcias con Ambrosio Fernández de Córdoba.

Hijos naturales:

  1. Juan de Ahumada “el mozo”, que sigue en el II.
  2. María de Ahumada, que testó el 1 de marzo de 1645.

II. Juan de Ahumada “el mozo”, nacido por 1570, hijo natural del capitán Juan de Ahumada, quien en uno de sus testamentos declara sobre él lo siguiente:

“Declaro por mi hijo natural a Juan de Ahumada el mozo, el cual tiene a cargo y ha tenido mis haciendas, especialmente las de Choapa, donde tengo parte de mis indios y tierras, y en ellas ganado. Quiero y es mi voluntad no se le tome más cuenta de la que él quisiere dar porque le tengo por buen cristiano y temeroso de dios… Mando al dicho Juan de Ahumada en las tierras de Curandua del principal de mi encomienda doscientas cuadras de tierra”

Se casó con doña Juana de Soria, natural de la ciudad de Córdoba, gobernación de Tucumán, hija legítima del capitán Pedro de Soria y de doña Isabel de Soria. Este Pedro de Soria (el mozo) sería hijo de Pedro de Soria (el viejo) quienes, venidos desde el Virreinato de Nueva España, fueron fundadores de la ciudad de Córdoba. “El viejo” nació en Salamanca, España, y se casó en  dicho virreinato con María de Bustamante, con quien tuvo en ese mismo lugar dos hijos; Pedro y Juan. Por otro lado, Isabel de Soria sería hija natural de Gonzalo de Soria4) 5).

Testó ante Bocanegra el 27 de mayo de 1642 y declaró entre otras cosas ser dueño de un solar en Santiago, al frente de La Cañada. De una estancia en Choapa la baja en el valle de Mincha y Tunga Tunga, titulos de tierra en  Chipana, Paguiquilin, Atelcura y Quilpoco. Quinientas cuadras de tierra en el valle de Illapel y cien cuadras de tierra en Lampaqui.

Esta declaración sobre la posesión de tierras en Chipana, nos permite vincular más adelante con un supuesto nieto, dueño de una estancia de dicho lugar por 1750.

Extracto del testamento de Juan de Ahumada “el mozo” otorgado en 1642.

Extracto del testamento de Juan de Ahumada “el mozo” otorgado en 1642, donde declara las tierras que posee, entre ellas las de Chipana.

Declaró como su único y universal heredero a Pedro de Ahumada, su hijo legítimo. Tuvo más hijos que al parecer no superaron la infancia.  Además, se le atribuyo la paternidad de una hija llamada Luisa que habría tenido antes de su matrimonio con una tal Ana del Pasaje, quien finalmente, según lo que explica en su testamento, al parecer no era su hija. Esta Luisa, que utilizó el apellido Ahumada, se casó con Lope de Landa.

  1. Pedro de Ahumada y Soria, que sigue en el III.

III. Pedro de Ahumada y Soria, natural de Santiago, hijo legítimo del capitán Juan de Ahumada y de doña Juana de Soria. Otorgó testamento el 11 de enero de 1660 antes de partir a la Guerra de Arauco. Nombró por sus albaceas y tenedores de sus bienes a su hijo natural Juan de Ahumada y a su yerno Antonio de Barambio. Declaró a sus 11 hijos naturales, como sus herederos.

Al menos dos de sus hijos los tuvo con Juliana Tecnavilú, que podría tratarse de una cacica mapuche, de linaje Vilú del cual puede proceder el nombre que se le dio a la localidad de los Vilos 6) 7).

  1. Juan de Ahumada, que sigue en el IV.
  2. Melchor de Ahumada.
  3. Cristóbal de Ahumada.
  4. Pedro de Ahumada.
  5. Leandro de Ahumada, natural del valle de Mincha, hijo natural del capitán Pedro de Ahumada y de Juliana Tecnavilú. Se casó el 28 de julio de 1692 con doña Mariana Fernández, hija legítima de Sebastián Fernández y de doña Inés de Castro. Murió en Mincha el 25 de octubre de 1735. Tuvo al menos 2 hijos naturales; Juana Ahumada, quien se casó en Mincha el 10 de abril de 1711 con Juan Puelles y que murió aproximadamente de 30 años el 18 de noviembre de 1715, e Ignacio Ahumada, quien se casó en Illapel el 28 de enero de 1726 con Marcela Trigos, hija legítima de Alonso Trigos.
  6. Andrés de Ahumada, a quien su padre, que en 1679 se encontraba como capitán en el partido de Choapa, solicita traspasar a su persona, la encomienda de un indio y su hijo, a quienes había tomado en la guerra, cerca de Valdivia, a los cuales ya no podía cuidar por ser viejo.
  7. Juan de Soria Ahumada.
  8. Magdalena de Ahumada, casada en Chipana con Antonio de Barambio. Testó en Mincha el 14 de septiembre de 1693, declarando por hijos legítimos a; Francisca, casada con el teniente Miguel de Azpetía, Juana Bernarda y Pedro de Barambio y Ahumada.
  9. Ascencia de Ahumada, hija natural del capitán Pedro de Ahumada y de Juliana Tecnavilú. Se casó el 5 de noviembre de 1691 con Lucas de Garay Barrera, natural de Santiago, hijo natural de Francisco Garay. Fueron sus padrinos de matrimonio Leandro de Ahumada junto con su hija Juana de Ahumada. Lucas Garay siendo vecino del valle de Aconcagua, otorgó testamento el 15 de marzo de 1697 y dijo que en los 6 años de matrimonio con Ascencia no habían tenido hijos. Declaró como parte de sus bienes lo que recibió en dote; 12 mulas chúcaras y 20 yeguas y 1 potro, los cuales estaban en Choapa en posesión de Leandro Ahumada, su cuñado. Dijo que Cristóbal de Ahumada le debía 2 pesos y que un negro esclavo de don Prudente de Ahumada le debía un peso en plata y una fanega de trigo. Junto con su mujer, adoptaron a una muchacha huérfana de 8 años llamada Josefa, a quien por el amor que le tenían nombraron como su heredera.
  10. Juana de Soria, podría ser la misma que se casa en el Sagrario de Santiago el 20 de enero de 1694 con Juan Antonio de Santander, hijo natural de don Juan de Santander y de Ana, india. Según este registro de matrimonio, esta Juana de Ahumada es natural de la Serena y es hija natural del capitán Pedro de Ahumada y de María de Arostigui.
  11. Bartolina de Ahumada.

IV. Juan de Ahumada, es el eslabón perdido de esta genealogía, con muy poca información sobre su persona. Sabemos que existió por el testamento de su padre quien lo nombra como su albacea y al parecer junto a su hermano Andrés es mejorado en su herencia (el testamento está incompleto). Muy posiblemente sea el mismo capitán que tuvo hijos naturales con doña María Fernández. Según el testamento de uno de sus hijos, ambos eran naturales de la villa de San Martín de la Concha.

Tenemos la certeza de que tuvo al menos tres hijos; Juan y Pedro, con seguridad habidos con María Fernández y María, de quien no conocemos a su madre.

  1. Juan de Ahumada Fernández, que sigue en el V-A.
  2. Pedro de Ahumada Fernández, que sigue en el V-B.
  3. María de Ahumada, casada con el capitán Diego Vicencio Guerra, natural de Quillota, hijo legítimo de Agustín Vicencio y de Juana Guerra (creemos que puede ser Petrona Guerra). Don Diego fue sepultado en la Iglesia de Mincha el 25 de mayo de 1742, falleció aproximadamente a los 70 años.

    Podemos establecer que María es hermana de Juan y Pedro Ahumada Fernández, ya que en el registro de matrimonio de su hija Leonor Vicencio Ahumada con uno de los hijos de Pedro, Eusebio Ahumada Céspedes, se declara que entre ambos hay parentesco de consanguinidad en segundo grado, por lo tanto, eran primos. Lo que no podemos asegurar, al ser Juan y Pedro hijos naturales, es que todos sean hijos de la misma madre.

V-A. Juan de Ahumada Fernández, natural de la doctrina de Choapa baja, hijo natural del capitán Juan de Ahumada y de María Fernández, casado el 20 de octubre de 1691 con Josefa Rojo, hija legítima de Agustín Rojo y de Clara Fernández. Fueron padrinos de matrimonio Gaspar Pérez y Francisca Rojo, testigos Domingo y Leandro Ahumada.

Otorga su testamento el 27 de agosto de 1750, donde declara como parte de sus bienes una estancia llamada Chipana, en Choapa Baja y un sitio en la población vieja.

La posesión de esta hacienda Chipana que anteriormente era de Juan de Ahumada el mozo es la que nos hace pensar que dichas tierras fueron heredadas generación tras generación desde este supuesto bisabuelo hasta este Juan de Ahumada, quien, por lo tanto, sería su descendiente directo.

Extracto del testamento de Juan de Ahumada Fernández, otorgado en 1750, donde declara la posesión de la estancia de Chipana.

Extracto del testamento de Juan de Ahumada Fernández, otorgado en 1750, donde declara la posesión de la estancia de Chipana.

Sus hijos fueron:

  1. Ana Ahumada Rojo, bautizada el 2 de agosto de 1693 en la parroquia de Mincha, a la edad de 8 días. Fueron sus padrinos Lorenzo Alfaro y doña Florencia de Araya.
  2. Francisca Ahumada Rojo, bautizada en Mincha el 24 de mayo de 1695 a los 4 meses de edad. Fueron sus padrinos Pedro de Ahumada y doña Inés de Castro. Casada el 26 de mayo de 1711 con Pedro Zamora, natural de Quillota, hijo legítimo de Nicolás de Zamora. Con Sucesión.
  3. Francisco Ahumada Rojo, bautizado el 9 de diciembre de 1697 en Mincha a la edad de 2 meses. Fueron sus padrinos, Santiago Aguilera y María Villarroel.
  4. Santiago Ahumada Rojo, natural del Valle de Huentelauquén jurisdicción de San Martín de la Concha. En su testamento declara que fue casado y velado con doña Tomasa Rojo, difunta, de cuyo matrimonio procrearon 8 hijos, 4 hombres y 4 mujeres, quienes fueron; Basilio, Segundo (difunto), Eugenio, Carlos, Rosa, María, Teresa (difunta), y Josefa.
  5. Felipe Ahumada Rojo, casado el 5 de enero de 1730 con Eusebia Rojo hija legítima de Bartolomé Rojo e Inés Collados todos naturales del valle de Choapa. En el registro de matrimonio se declara que había parentesco de consanguinidad en segundo grado puro por ser primos hermanos en grado duplicado. Con Sucesión.
  6. Marcela Ahumada Rojo, bautizada el 4 de agosto de 1702 en Mincha a la edad de más o menos 1 mes. Fueron sus padrinos, Francisco Ubillos y Magdalena de Ahumada. Se casó con el capitán Juan de Céspedes, con quien no tuvo hijos. Otorgó su testamento en el asiento de Mincha el 22 de febrero de 1780.
  7. Florencia Ahumada Rojo, bautizada en la capilla de Mincha el 29 de septiembre de 1704. Fueron sus padrinos don Pedro de Aguirre y doña Juana de Céspedes. Casada con Eusebio Trigos. Con Sucesión.
  8. Agustina Severina Ahumada Rojo, bautizada el 1 de marzo de 1707. Fueron sus padrinos, Francisco Rojo y doña Josefa Rodríguez.
  9. María Micaela Ahumada Rojo, bautizada el 28 de diciembre de 1708 en la capilla de Mincha a la edad de 4 meses. Fueron sus padrinos, Juan Jiménez Valencia y doña Isabel Fernández.
  10. Simón Ahumada Rojo, bautizado el 28 de agosto de 1710 en la capilla de Mincha a la edad de 2 días. Fueron sus padrinos, Lorenzo Alfaro y Josefa Ulloa. Casado el 26 de mayo de 1746 con Isabel Valencia.
  11. Jose Ahumada Rojo, bautizado en la capilla de Mincha el 3 de septiembre de 1713 a la edad de 5 meses y medio. Fueron sus padrinos Eusebio Rivera y Agustina Rojo.
  12. Pascual Ahumada Rojo, bautizado en Mincha el 4 de mayo de 1716 a la edad de 7 días.

V-B. Pedro de Ahumada Fernández, hijo natural de Juan de Ahumada y María Fernández, casado en la parroquia de Mincha el 17 de septiembre de 1695 con María Céspedes, hija legítima de Juan de Céspedes y de Francisca Barros. Fueron padrinos de matrimonio, Santiago Aguilera e Inés Rojo.

Otorgó su testamento enfermo en cama, pero en su entero juicio, nombro como albaceas y tenedores de sus bienes a su hijo Eusebio y a su esposa María Céspedes. Declaró haber tenido por hijos a María, Lorenza, Dominga, Eusebio, Clara, Juana, Cristóbal, Cecilia, Felipe, de los cuales se encontraban vivos 3; Eusebio, Juana y Felip犀利士
e.

Fue sepultado en la iglesia de Mincha el 23 de abril de 1754, de más de 80 años de edad, ya viudo.

  1. María Ahumada Céspedes, natural de Choapa la Baja, sepultada en la capilla de Mincha el 5 de agosto de 1716 a la edad de al parecer 18 años.
  2. Lorenza Ahumada Céspedes, bautizada el 14 de diciembre de 1698 en la parroquia de Mincha a la edad de 6 meses. Fueron sus padrinos Juan de Villarroel y Petrona Aguilera.
  3. Dominga Ahumada Céspedes, bautizada el 21 de febrero de 1700, de 4 meses de edad. Fueron sus padrinos Pedro Fernández y María Fernández. Casada el 5 de mayo de 1729 con Juan Antonio Godoy, hijo natural de Don Ramón Godoy, natural de Coquimbo. Fallecida en Mincha el 22 de diciembre de 1739. Su marido se casaría en segundas nupcias el 10 de enero de 1744 con María Vega.
  4. Eusebio Ahumada Céspedes, bautizado el 15 de agosto de 1702 en Mincha a la edad de 3 meses. Fueron sus padrinos Domingo Ibacache y Luisa Céspedes. Casado el 12 de mayo de 1729 en la capilla de Mincha con Leonor Vicencio, su prima. Con descendencia.
  5. Clara Ahumada Céspedes, bautizada el 28 de septiembre de 1704 a la edad de 1 mes y medio. Fueron sus padrinos Francisco Villalobos y Rosa Pérez. Casada con José Tapia.
  6. Juana Ahumada Céspedes, bautizada el 1 de septiembre de 1707. Fueron sus padrinos, Juan Valencia y María Ibacache. Casada el 17 de junio de 1742 con José Acosta, hijo legítimo de Francisco de Acosta y de Agustina Varas, naturales de Petorca. Con sucesión.
  7. Cristóbal Ahumada Céspedes.
  8. Cecilia Ahumada Céspedes, Casada el 20 de septiembre de 1735 con Francisco León. Tenían impedimento por parentesco de consanguinidad en cuarto grado mixto con tercero. Con Sucesión.
  9. Felipe Ahumada Céspedes, bautizado en la capilla de Mincha el 17 de agosto de 1710. Fueron padrinos Antonio de la Paz y Nicolasa Céspedes. Casado el 26 de mayo de 1746 con María Collados, hija legítima de Miguel Collados y de Isabel Alba. El 2 de julio de 1785 Don Felipe Ahumada, vecino del valle de Tunga Tunga, jurisdicción de la villa de San Martín de la Concha hizo una donación a su sobrina Juana María Ahumada. Esta constaba de un sitio, que en ese momento poseía en consorcio con su marido Mateo Chaparro, en el paraje llamado “Doña Juana” el cual obtuvo por herencia de sus padres. Declara haber criado a su sobrina y que ella le había servido fielmente por más o menos 34 años, además dice que fue él quien influyó en su matrimonio con Mateo Chaparro, con quien desde un principio habló y le propuso para que fuera su mujer y es por esto que le hace esta donación.

Notas

Notas
1 Familia tratada en la REH N.º 56 en un artículo escrito por Pablo Schauffhauser, de donde se pudo obtener bastante información. Es importante mencionar que en dicha publicación encontramos algunas diferencias con nuestra investigación.
2 Thayer Ojeda, Tomás. Formación de la sociedad chilena y censo de la población de Chile en los años de 1540 a 1565. Chile, Prensas de la Universidad de Chile, 1939. Pág. 70.
3 Amunátegui y Solar, Domingo. Las encomiendas de indíjenas en Chile: memoria histórica presentada a la Universidad de Chile, en cumplimiento del artículo 22 de la lei de 9 de enero de 1879. Chile, Impr. Cervantes, 1909. Pág. 96.
4 Freytag, Carlos J., and Montes, Aníbal. Indígenas y conquistadores de Córdoba. Argentina, Ediciones Isquitipe, 2008.
5 Lazcano Colodrero, Arturo Gustavo de. Cabildantes de Córdoba;. Argentina, Libreria Assandri, 1944.
6 Retamal Avila, Julio. Estudios coloniales. Chile, RIL editores, 2000. pág 109.
7 Juliana es presentada un video de la corporación Cultural Gestores del Choapa como una importante mujer, cacique mapuche de Los Vilos que defendió sus tierras ancestrales. Dejamos el link al video.

50 familias indígenas de Victoria en 1895

Un nuevo aniversario de Victoria, que trae consigo alegría y tristeza. Desde los denominados chilenos se recuerda el triunfo sobre la población indígena que habitaba estas tierras y el inicio del desarrollo que más tarde convirtió a este fuerte en ciudad. Por otro lado, el pueblo vencido recuerda el despojo de su tierra y la ocupación de sus propiedades.

Como una forma de visibilizar a quienes habitaron estas tierras previo a la ocupación es que les presento a cincuenta familias indígenas que vivían en Victoria en 1895, a catorce años de la fundación del fuerte.

Familia 1: Compuesta por Manuel Aillapan Mariluan, Demetrio Aillapan Mariluan, Pedro Aillapan Mariluan y Zoila Aillapan Mariluan.

Familia 2: Conformada por Juan Ancaten y Luisa Quintrei y sus hijos: Francisca, Rosario, Concepción, Nieves y Antonio Ancaten Quintrei.

Familia 3: Integrada por Francisco Antilao y Eugenia Marin y sus hijos: Francisco y Josefa Antilao Marin.

Familia 4: Compuesta por Juan Calvucura y Juana Colicheo y sus hijos: Hipólito, Miguel y María del Carmen Calvucura Colicheo.

Familia 5: Compuesta por Francisco Canío y Juana Curihuen y sus hijos: Cayetano, Pedro e Ignacio Canío Curihuen.

Familia 6: Compuesta por Juan Carilao y Juana Huilcan y sus hijas: Carmen Rosa y Juana Rosa Carilao Huilcan.

Familia 7: Conformada por Manuel Catrilao y Rosario Huenchullán y sus hijos: Pedro y Francisca Catrilao Huenchullán.

Familia 8: Compuesta por Juan Cayupán y María Ayllán y sus hijos Juan y Francisca Cayupán Ayllán.

Familia 9: Integrada por Juan Colicoy y Clorinda Tripailao y sus hijos: Elisa y Domingo Colicoy Tripailao.

Familia 10: Compuesta por Lorenzo Colipan y Clorinda Llancamil y sus hijos: Domitila y Eugenio Colipan Llancamil.

Familia 11: Compuesta por Juan José Gaminao y Pascuala Melinao y sus hijos: Juan de Dios y Juan José Gaminao Melinao.

Familia 12: Integrada por María Ancapan , su pareja y sus hijos: Juan, José, José de la Cruz y Juan de Dios Gerian Ancapan.

Familia 13: Compuesta por Pedro Huaiquil, Carmen Huenu y sus hijos: Mercedes, Carmen, Eloísa y Petrona Huaiquil Huenu.

Familia 14: Compuesta por Pedro Huaiquilao, Carmen Cayupan y sus hijas: Luisa y Juana Huaiquilao Cayupan.

Familia 15: La integraban José Huenchulao, Manuela Pichiqueo y sus hijos: Martín y Gregorio Huenchulao Pichiqueo.

Familia 16: Estaba compuesta por Juan Huentecol, Ignacia Porma y sus hijos: Carlos, Eugenio e Ignacio Huentecol Porma.

Familia 17: Estaba integrada por Ignacio Huenuhueque, Carmen Antonia Antinao y sus hijos: Juan e Ignacio Huenuhueque Antinao.

Familia 18: Estaba compuesta por Juan Hueque, Carmen Necul y sus hijas: Carmen, Rita y Magdalena Hueque Necul.

Familia 19: Integrada por Jacinto Leptry, María Antinao y sus hijos: Antonia, Anastasia, Martín e Ignacio Leptry Antinao.

Familia 20: Estaba compuesta por Ignacio Levicura, Luisa Ancapi y sus hijos: Carmen, Ignacio y Francisco Levicura Ancapi.

Familia 21: Estaba integrada por José Levin, María Huitray y sus hijos: José Santos y Carmen Levin Huitray.

Familia 22: Integrada por Bautista Levipan, Rosa Montri y sus hijos: Juan y Rosa Levipan Montri.

Familia 23: Compuesta por Pedro Llanca, Juana Tori y sus hijos: Juan, Juan de Dios, José María y Luisa Llanca Tori.

Familia 24: Estaba compuesta por Antonio Llavuleo Canío, Ignacio Llavuleo Canío, Lucas Llavuleo Canío y Francisca Llavuleo Canío.

Familia 25: Integrada por José Mariluan, Carmen Porma y sus hijos: Juan y Domingo Mariluan Porma.

Familia 26: Integrada por Ignacio Mariluan, Juana Tori y sus hijos: Pedro, Ignacio y Juana Mariluan Tori.

Familia 27: Compuesta por Felipe Marín, Josefa Huenchuman y sus hijos: Lorenzo y Rosa Marín H犀利士
uenchuman.

Familia 28: Estaba compuesta por Juan Marín, Eugenia Ñancunao y sus hijos: Juan Manuel y José Marín Ñancunao.

Familia 29: Integrada por Antonio Millalen, Francisca Canío y sus hijos: Manuel y Celia Rosa Millalen Canío.

Familia 30: La integraban Ignacio Millaray, Carmen Llopotrey y sus hijos: Manuel, Carmen, Ignacio y Pedro Millaray Llopotrey.

Familia 31: Integrada por José Nahuel, Rosa Canío y sus hijos: José Anselmo y Juan José Nahuel Canío.

Familia 32: Compuesta por Antonio Nahuel, Lorenza Quidel y su hijo Segundo Nahuel Quidel.

Familia 33: Integrada por Carlos Necul, Carmen Cheuquellan y sus hijos: Luís, María, Herminda y Pedro Ángel Necul Cheuquellan.

Familia 34: La componían José Neculman, Carmen Llaipi y sus hijos: Evaristo, Luisa y José Neculman Llaipi.

Familia 35: Compuesta por Francisco Ñanco, Mercedes Martínez y sus hijos: Francisco y Margarita Ñanco Martínez.

Familia 36: Integrada por Juan Paillacan, Carmen Huenchullan y sus hijos: Herminia, Abelino, Delfina, Francisco y Juana Paillacan Huenchullan.

Familia 37: Compuesta por Ignacio Paillaman, Carmen Juana Paine y sus hijos: Manuel, José e Ignacio Paillaman Paine.

Familia 38: Integrada por Domingo Paine, María Cayupi y sus hijos: Ricardo, Santos y Josefina Paine Cayupi.

Familia 39: Compuesta por José Porma, Juana Ancaten y sus hijos: Bernardino y María del Carmen Porma Ancaten.

Familia 40: Integrada por Candelario Purrán y sus hijos: Andrea, Manuel y Jacinto Purrán.

Familia 41: La componían Santos Quilapán, Juana Mallen y sus hijos: José y María Quilapán Mallen.

Familia 42: Estaba integrada por Carlos Quilapi, María Huenun y sus hijos: Luisa, Samuel, Santiago y Julio Quilapi Huenun.

Familia 43: Compuesta por Martín Quiñenao, María Lemunao y sus hijos: Manuel y Margarita Quiñenao Lemunao.

Familia 44: Integrada por Martín Quiñenao, Juana Rupaillan y sus hijos: Ramón y Fidel Quiñenao Rupaillan. Es probable que este Martín Quiñenao corresponda al mismo del número 43.

Familia 45: Compuesta por Francisco Railao, Mercedes Coliqueo y sus hijos: Julia, Santiago, Leonarda y Bernada Railao Coliqueo.

Familia 46: Integrada por Mauricio Requio, Juana Rosa Marín y sus hijos: Antonio y Juana Requio Marín.

Familia 47: Compuesta por José Riovain y sus hijas: Rosa Jacinta y Manuela Riovain.

Familia 48: La integraban Pedro Tori, Juana Carilao y sus hijos: Candelario, Toribio y Juana Tori Carilao.

Familia 49: Compuesta por Ladislao Tori, Martina Railao y sus hijos: Candido, Alberto, Ladislao, María y Juan Tori Railao.

Familia 50: Integrada por Antonio Zapata, María Challen y sus hijos: María, María Rosa y Maximina Zapata Challen.

 

El testamento de Magdalena Armelin

Magdalena Armelin fue la abuela materna de don Santiago Vincenti O’Ryan y es ascendiente directa de la mayoría de los O’Ryan que actualmente vivimos en Chile. Era natural de Marsella, Francia, hija de don Antonio Armelin y de Susana Barsi. Se casó con el comerciante irlandés Thomas Ryan Crean, a quien acompañó por diferentes lugares de España 1). Finalmente, se establecieron en el Puerto de Santa María de Cádiz.

De Cádiz a Buenos Aires

En 1769, Magdalena, ya viuda, tuvo que asumir una gran responsabilidad. Su hija Isabel y su yerno don Juan Antonio Bustillo fallecieron, dejándola como tutora y cuidadora de sus cuatro nietos: Gertrudis, José Francisco, Juan Antonio e Ignacio Bustillos. Este último falleció poco tiempo después que sus padres 2).

En 1775, Magdalena aceptó una propuesta hecha por don Antonio José Escalada, primo en 2.º grado de sus nietos y residente en Buenos Aires, para casar a su nieta Gertrudis, de solo 13 años, con su hermano don Francisco Antonio. Este prometió hacerse cargo de toda la familia en Buenos Aires. Fue así como todos se embarcaron en la fragata “Santa Rosalía” rumbo al Río de la Plata y llegaron a destino tras hacer transbordo en Montevideo. El matrimonio se realizó el 25 de febrero de 1776 en la misma embarcación en la que arribaron,  los novios jamás se habían visto.

En 1778, según un censo ejecutado en Buenos Aires, Magdalena tenía aproximadamente 70 años y vivía en la casona familiar de don Francisco Escalada junto con su nieta de 16 años, María Gertrudis, y sus dos hermanos. La casona estaba ubicada en la vereda oeste de la calle de la Santísima Trinidad (actualmente calle Bolívar), donde también vivía su bisnieto, José Manuel, de solo 2 años en ese momento 3).

Magdalena falleció el 5 de diciembre de 1788, enferma y postrada en cama, en la misma residencia donde vivió en Buenos Aires. Antes de su fallecimiento, otorgó su testamento ante el escribano Juan José de Rocha,  en este documento se detallan varios datos sobre su familia.

FILIACIÓN EN BASE A SU Testamento

Estos datos describen la situación de los descendientes  de Magdalena justo en ese momento y no profundizaré en que fue de ellos posteriormente.

I. Magdalena Armelin, dice que de su matrimonio con don Thomas Ryan nacieron doce hijos, de los cuales seis murieron a temprana edad de quienes no recuerda nombres y los otros seis son:

  1. Juana María Ryan, casó con Jorge Ryan, irlandés con quien tuvo una hija llamada Francisca Ryan quien a su vez contrajo matrimonio con don Diego Ascencio, español, capitán de carabineros con grado de coronel. Dice además que doña Juana María se casó en segundas nupcias con don Domingo Encalada y Torres, natural de Lima, Teniente de Navío, quien murió como gobernador de Huanta en Perú. No tuvo hijos de este matrimonio.
  2. Patricia Ryan, casada en Cádiz con don José Echegoyen natural de México, contador del Ministerio de Marina. De este matrimonio nació un hijo llamado Juan, abogado y residente en Madrid.
  3. Luisa Ryan, contrajo matrimonio con don Pedro Vincenti, natural de Saboya, con quien tuvo ocho o diez hijos (uno de ellos es Santiago Vincenti O’Ryan) en su residencia que fue Sanlúcar de Barrameda.
  4. Miguel Ryan, de estado soltero, residente de la ciudad de Buenos Aires, y capitán de las milicias de Chile (dejó descendencia en Chile).
  5. Antonia Ryan, casada con don Antonio Pablo Marín, natural de Sevilla, oficial mayor y contador interino de la dirección de tabacos del virreinato del Río de la Plata y residente en Buenos Aires, de cuyo matrimonio nacieron cinco hijos, llamados; Doña María Francisca, casada con don Juan de los Reyes, natural de Valencia, teniente coronel de los reales ejércitos y sargento mayor de la plaza de Montevideo. Don Francisco de Paula, oficial segundo de la contaduría de la real aduana de Buenos Aires, casado con doña Andrea Galain, natural de Córdoba. Don Juan, don Rafael y doña Eduarda, todos solteros.
  6. Isabel Nicolasa Ryan, casada en Cadiz con don Juan Antonio Bustillo Ceballos, natural de Chile y oriundo de las Montañas en Castañeda, ambos difuntos, de cuyo matrimonio vivían 3 hijos, los antes mencionados; María Gertrudis, mujer legítima de don Francisco Antonio de Escalada, su primo, con quien casó en Buenos Aires, oriundo de las Montañas en Castañeda donde tenía su casa y mayorazgo, de cuyo matrimonio tiene dos hijos, José Manuel Eugenio y José María Sabas. Don José Francisco y Juan Antonio, ambos solteros.
Firma de Magdalena Armelin de O'Ryan

Firma de Magdalena Armelin de O’Ryan

Notas

Notas
1 Testamento de Magdalena Armelin, 1788, Escribano Juan José de Rocha, Foja 440. Protocolos de varios escribanos asignados al Registro No. 5 de la ciudad de Buenos Aires, Distrito Federal, Argentina.
2 Expediente de información y licencia de pasajero a Indias de Magdalena Armelin, vecina de Cádiz, a Buenos Aires.
3 Los Antepasados a lo largo y más allá de la Historia Argentina, Carlos F. Ibarguren Aguirre, páginas 114 a 119

La Familia Llanos de Manantiales

Esta familia Llanos es tratada de manera muy acotada en el libro de Luis de Amesti sobre las familias troncales de Colchagua 1). Fueron dueños de algunas cuadras de tierra en un lugar llamado Manantiales, en el valle de Nancagua, en donde encontramos a varios de ellos desde mediados del siglo XVIII.

A través de diversos registros, estos miembros de esta familia  declararon ser hijos de Julián Llanos y de Antonia Cortés y gracias a que en la partida de matrimonio de una de las hijas de esta pareja 2) se establece que dicha unión tenía un impedimento de consanguinidad en 4º grado puro, se pudo establecer que el origen materno de Julián estaba en la familia Ibarra. Es así como lo encontramos identificado en varios documentos como Julián Ibarra, siendo sus hijos (por alguna razón desconocida) quienes toman el apellido Llanos y lo nombran, una vez ya fallecido, como “Julián Llanos“.

Julián Llanos (o Ibarra) era hijo natural de doña Manuela Ibarra Marqués de Estrada, bisnieta del vizcaíno don Juan de Ibarra y de doña Constanza de la Cerda, quienes eran dueños de 4700 cuadras de tierra en los valles aledaños al pueblo de Nancagua. Obtuvieron estas tierras a partir de 1605 a través de 8 mercedes. Don Juan Ibarra fue Corregidor de Colchagua en 1607 y progenitor de esta prolífera familia colchagüina que conservó las tierras del fundador a través de sucesivas herencias. La hacienda de los Manantiales fue parte de estos terrenos fraccionados, de la cual una parte le correspondía por herencia a la madre de Julián, doña Manuela de Ibarra, quien la aportó como dote a su matrimonio con don Antonio Fuentes. Sin embargo, al no tener descendencia con él, tras su muerte, las tierras fueron heredadas a su único hijo: Julián.

Filiación de los Llanos

I. Julián Llanos o Julián Ibarra, que fue hijo natural de Manuela Ibarra Marqués de Estrada, quien lo reconoció en su testamento otorgado en Nancagua el 15 de octubre de 1770 por su marido don Antonio Fuentes, en donde se declara que al momento de fallecer doña Manuela dice ser madre de dicho Julián, a quien ellos habían criado.

Fue enterrado en la parroquia de Nancagua el 8 de noviembre de 1776, al parecer de 50 años de edad. Se casó con Antonia Cortés, española, quien fue enterrada en el mismo lugar el 30 de enero de 1780, de unos 40 años aproximadamente. Fueron Padres de:

  1. José Llanos Cortés, que sigue en el II-A.
  2. Francisco Llanos Cortés, que sigue en el II-B.
  3. Gil de los Llanos Cortés, que fue sepultado en el panteón de la Iglesia Parroquial de Nancagua el 10 de febrero de 1841, a la edad aproximada de 79 años. En su testamento declaró no haber sido casado y que fue albacea de su hermana Isidora Llanos, quien falleció dejando dos hijos, José Molina y María Llanos . A la dicha María don Gil la crió como hija propia y le heredó la mayoría de sus bienes. Al final del documento se declara que por un olvido no mencionó a sus tres hijos naturales: Polinardo, Juan, y Mercedes González.
  4. María Antonia Llanos Cortés, que fue bautizada en Teno el 25 de febrero de 1765 a la edad de 3 meses, fueron sus padrinos Vicente Gutiérrez y Polonia Muñoz. Se casó en la Iglesia Parroquial el 4 de diciembre de 1784 con Antonio Martínez, hijo legítimo de Francisco Martínez y Mercedes Ibarra. Fueron padres de Bruna y Tránsito Martínez Llanos, ambos bautizados en marzo de 1786. Tránsito fue casado con Mercedes López, con quien tuvo varios hijos.
  5. Isidora Josefa Llanos Cortés, quien fue bautizada en la vice-parroquia de Teno, el 7 de enero de 1769, fueron sus padrinos don Bartolomé Meneses y doña Josefa Droguet. La bautizó por necesidad don Antonio Fuentes. Falleció el 18 de febrero de 1809, aproximadamente a los 36 años de edad, en ese momento casada con Juan José Arenas . Dio poder para testar a su hermano Gil Llanos. Tuvo 2 hijos, José Molina y María Llanos, hija natural, criada por su tío Gil quien muere al mes siguiente de su tío.
  6. Genoveva Llanos Cortés, quien en 1847 junto con su hermano José y sus sobrinos Martín Llanos, Jacinto Llanos y Tránsito Martínez Llanos otorgan un poder a don José Antonio Jaramillo para que en nombre de ellos demande a su favor los bienes que quedaron por el fallecimiento de su hermano don Gil Llanos. Fue casada con Dionisio Salgado, con quien tuvo al menos una hija, Ana Salgado, quien se casó en 1818 con Santiago Díaz.
  7. María Llanos Cortés, que fue bautizada en Nancagua el 26 de octubre de 1776 a la edad de 2 años, fueron sus padrinos Justo Martínez y Juana Martínez. La bautizó por necesidad don Carlos de Ibarra.
  8. Margarita Llanos Cortés, que fue bautizada en Nancagua el 16 de octubre de 1764 a la edad de siete años. Fueron padrinos Antonio Añasco 3) y Antonia Ibarra. Bautizó por necesidad don Gabriel Ibarra. Se Casó el 5 de febrero de 1786 con Santiago Valenzuela, hijo legítimo de Juan José Valenzuela y de Josefa Cabrera. Viuda de Marcos Ávila. Madre de Miguel Llanos, su hijo natural, quien contrajo matrimonio en noviembre de 1803 con Mercedes Cruz, hija legítima de Fernando Cruz y de Agustina Olivo. Miguel declaró en su testamento otorgado en 1832 que tras 29 años de casados, no tuvo hijos.
  9. Ubalda Llanos Cortés, quien fue bautizada en Nancagua el 16 de octubre de 1764 a l犀利士
    a edad de un año. Fueron sus padrinos don Pablo Arriagada y Mariana Ortiz. Se casó el 8 de enero de 1785 con José Ibarra, hijo natural de Matías Ibarra y Josefa Quezada. Este matrimonio tenía impedimento de consanguinidad en 4º grado puro, o sea tenían tatarabuelos en común. Testó en 2 ocasiones; en 1833 y 1837, donde declaró que con su primer marido, don José Ibarra, no tuvo hijos. Se casó en segundas nupcias con don José de la Arriagada, a quien culpa de haberla dejado en una extrema pobreza. Tampoco tuvo sucesión con su segundo marido. Le dejó a su sobrina María Llanos, la que crio su hermano Gil, la finquita de abajo, la cual heredo de sus padres, compuesta de tres cuadras de tierras. A su hermana Genoveva le dejó $12, a Santiago Bustamante $6 y a los hijos de Antonia Salgado también $6. En Manantiales, a 24 de noviembre de 1843 le hace una donación a Jacinto Ávila, en ese momento su apoderado, a quien desea compensar por sus buenos servicios y por haberse hecho cargo de sus bienes y sus labores de campo. Es así como le entrega todo su patrimonio tanto rústico como urbano para que disponga de ellos. El 24 de diciembre de 1844 es sepultada en el panteón de la iglesia, según el registro, a la edad de 69 años.
  10. Cándida o Candelaria Llanos Cortés, que fue bautizada en Nancagua el primero de enero de 1774, fueron sus padrinos don Antonio Cervantes y Manuela Urzúa. Fue sepultada el 12 de abril de 1836 en el panteón de Nancagua, a la edad aproximada de 60 años. Era casada.

II-A. José Llanos Cortés, que se casó el 6 de abril de 1780 con Angelina, Angelita o Ángeles Bascuñán, nombrada en este matrimonio como Ángeles Herrera, hija natural de Josefa Herrera.

Sobre Josefa, suegra de José, sabemos por su testamento otorgado en Manantiales en 1803, que fue hija legítima de don Matías Bascuñán y doña Antonia Herrera, que fue casada con don Gabriel Cortés y de cuyo matrimonio tuvo solo un hijo llamado Juan Antonio. Que además tuvo 3 hijas naturales; Eusebia, María y la referida Angelita, a quien mejoró con tres cuadras y dos tercios de tierras. Finalmente, falleció el 30 de agosto de 1803.

Don José enviudó de Ángeles el 1 de marzo de 1821 con quien alcanzó a tener 10 hijos legítimos. Algunos de estos hijos aparecen registrados en las partidas de bautismo como Llanos Espinoza, tercer apellido utilizado por Ángeles.

En su testamento otorgado el 28 de mayo de 1821, declara que su ya finada mujer, entró al matrimonio con 16 cabezas de ganado lanar y 10 cabezas de ganado cabrío, una yegua chúcara con un potrillo al pie. Además, declara haber heredado de sus padres una suerte de tierras que consta de tres cuadras con todo lo edificado y plantado en ellas y de poseer otros terrenos en la “Posesión de la Rinconada” que compró a Zenón Correa y sus hermanos.

Mucho tiempo después de haber otorgado aquel testamento, el 3 de junio de 1852, según el registro a la supuesta edad de 120 años, José Llanos fue sepultado en Nancagua.

Declaró como hijos legítimos a los siguientes:

  1. Pedro Llanos Bascuñán, que fue natural de Nancagua, casado el 15 de mayo de 1801 con Cayetana Bustamante, hija de Simón Bustamante y de Rosa Morales. Murió el 5 de octubre de 1836 a la supuesta edad de 60 años, no testo. Con Sucesión.
  2. Francisca Llanos Bascuñán, que tuvo una hija natural llamada Dolores Llanos, quien se casó en 1818 con Jacinto Bascuñán hijo legítimo de Antonio Bascuñán y de Rosa García. Probablemente la misma Dolores en 1821 se vuelve a casar, esta vez con Pascual Carrasco, donde se declara que es hija de padres no conocidos.
  3. María Llanos Bascuñán, quien fue bautizada el 22 de septiembre de 1791 a la edad de 6 años como María Antonia Llanos Espinoza. El 3 de septiembre de 1823 en Manantiales recibió una donación por parte de su padre don José Llanos, agradecido por los servicios y préstamos de dinero que ella le había facilitado, con los cuales había logrado comprar varios terrenos. Esta donación consistió en dos cuadras de tierras, su casa de teja, cocina de paja, un parral en el patio y los demás árboles que estaban separados de la arboleda. Este terreno debe ser el mismo que su padre declaraba poseer en su testamento de 1821, el cual había comprado al ya difunto Zenón Correa. María testó en dos oportunidades, la primera en 1833 y la segunda en 1835, en ambos declara haber sido casada en primeras nupcias con Pascual Herrera, de cuyo matrimonio tuvo a Teresa Herrera. Luego fue casada en segundas nupcias con José Molina, de cuyo matrimonio procrearon a José María Molina. En sus testamentos declara como hijos naturales a Tomás, María Josefa, ambos hermanos de padre, a José y Andrea Llanos. Su hija, Teresa, fue bautizada en agosto de 1805 y casada el 12 de febrero de 1832 con su tío Martín Llanos Chacón, hijo legítimo de Francisco Llanos y Clara Chacón. Podría ser uno de sus hijos naturales, don José Llanos, quien se casó con doña María Lira en San Fernando el 7 de septiembre de 1843 y quienes tuvieron descendencia en las familias De la Cuadra Llanos, Valenzuela Llanos 4) y Ríos Llanos. Esté don José falleció repentinamente a la edad de 32 años el 18 de diciembre de 1852, en su partida de defunción, se le declara como hijo natural de doña María Llanos.
  4. Andrea Llanos Bascuñán, que fue bautizada el 27 de marzo de 1801 a la edad de 4 años. Murió en Nancagua el 27 de enero de 1891, según registro a la supuesta edad de 85 años, viuda de Jacinto Ávila. Según su testamento declara haber tenido 4 hijos, Cornelio, José Miguel, Carmela y otro que no recuerda, todos muertos en la infancia. Declara por sus bienes un terreno en Manantiales de extensión de 2 cuadras con lo edificado y plantado. Instituye como único heredero a su sobrino Santiago Llanos, hijo de su hermano José y de Rafaela Salas.
  5. Cipriana Llanos Bascuñán, que fue bautizada en Nancagua el 4 de mayo de 1799 a la edad de 6 años. Casada el 19 de noviembre de 1818 con Justo Chavarría, hijo legítimo de Antonio Chavarría y Silvana Cáceres.
  6. Juan Llanos Bascuñán, en el testamento de su hermana María, se declara que le debe una yegua.
  7. Germán Llanos Bascuñán, que en 1833, junto a su hermano Pedro, es nombrado como albacea testamentario de su hermana María. Murió el 21 de marzo de 1839, según registro, a la edad de 40 años.
  8. Severino Llanos Bascuñán, quien fue bautizado en Nancagua el 4 de mayo de 1799 a la edad de 9 años. Sepultado el 3 de octubre de 1873 en el cementerio General de Santiago a la supuesta edad de 84 años, falleció en el curato de San Isidro.
  9. José Llanos Bascuñán, que fue bautizado el 27 de marzo de 1801 a la edad de 5 años, Casado con Rafaela Salas, padre de Santiago Llanos.

II-B. Francisco Llanos Cortés, quien otorgó su testamento ante José Antonio Jaramillo el 28 de junio de 1841, donde declaró haber sido casado con doña Clara Chacón, de cuyo matrimonio nacieron Manuel, Martín, Jacinto, Santos, Micaela y Paz Llanos. Además, reconoció dos hijos naturales; Matías y José María Llanos .

Fue sepultado en el panteón de Nancagua el 5 de julio del mismo año, falleció de más de ochenta años, según registro, ya viudo de doña Clara .

  1. Manuel Llanos Chacón, quien al momento de testar su padre en 1841 ya había fallecido. Fue casado con Petronila Zárate, con quien alcanzó a tener solo un hijo, Ramón Llanos Zárate. Doña Petronila se casó en segundas nupcias con Calisto Moya, con quien tuvo a su segundo hijo, llamado Gregorio Moya. Gregorio, como albacea de su finada madre doña Petronila Zárate, demanda a la testamentaria de don José Llanos 5), representada por doña María Lira, su viuda, por un tema económico 6).
  2. Martín Llanos Chacón, quien se casó con su sobrina Teresa Herrera, hija de María Llanos.
  3. Jacinto Llanos Chacón, que fue casado con Nieves Farfán, quien murió en Nancagua en febrero de 1852. Con sucesión.
  4. Santos Llanos Chacón, que por la posesión efectiva inscrita el 11 de enero de 1883, sabemos que sus herederos fueron sus sobrinos don Ramón, don Francisco, don Celestino, doña Ignacia, doña Gabriela y doña Carmen Llanos.
  5. Micaela Llanos Chacón, quien se casó con José Antonio Moya y murió el 21 de enero de 1831 a la supuesta edad de 30 años. Sin sucesión.

Si eres descendiente de esta familia, déjame un comentario.

Notas

Notas
1 Luis Amesti Casal, Las Casas Troncales, Historia de Colchagua, I, Imprenta Universitaria, Santiago, 1926, 176.
2 Hablamos de Ubalda Llanos, quien casa con José Ibarra.
3 Es el mismo Antonio Fuentes, casado con Manuela Ibarra, madre de Julián Llanos. Lo podemos encontrar con ese nombre en otros documentos.
4 Familia del destacado pintor chileno Ramón Alberto Valenzuela Llanos.
5 Al que habíamos mencionado como muy posible hijo de María Llanos Bascuñan. En esta demanda es mencionado como sobrino de doña Petronila.
6 Gaceta de los Tribunales, 1864, pág. 513.

Recuerdo de Valparaíso

Hace un par de años, “googleando” información sobre Ludomilia Sotomayor Larrañaga, una de mis  cuartas abuelas por lado materno, me encontré con unas partituras de un valse antiguo, del siglo XIX, llamado “Recuerdo de Valparaíso”. Estas partituras, que se pueden revisar en este enlace 1), mencionan lo siguiente:

Valse compuesto y dedicado a la señorita Luisa Cecilia Gachot. Por su discípula y amiga Ludomilia Sotomayor“.

En ese momento este descubrimiento me pareció súper interesante y  claro la curiosidad y las ganas de saber más sobre el tema me invadieron. Lo primero que hice, pensando en que pudiese ser un caso de homonimia 2), fue plantearme la siguiente pregunta: ¿Será la compositora de este valse  la misma persona de quien buscaba información? La respuesta evidentemente es sí, sino no habría escrito este artículo… pero antes de presentar  las evidencias que vinculan a la Ludomilia compositora con mi cuarta abuela  les contaré un poco sobre ella.

 

CONOZCAMOS a Ludomilia Sotomayor Larrañaga

Ludomilia nació el 22 de mayo de 1850 en Valparaíso y fue bautizada en la parroquia de los Doce Apóstoles de la misma ciudad. Hija legítima de José Santos Sotomayor Doria y de Sinforosa Larrañaga Cordero, era la segunda de diez hijos. No tengo muchos antecedentes como para establecer que tipo de familia eran, pero a mi parecer eran una familia  con un buen pasar.

El 7 de octubre de 1872 contrajo matrimonio en la misma iglesia en la que había sido bautizada con Nicasio Fermín Molina Gacitúa, natural de Magallanes, vecino de Valparaíso. Hijo legítimo de José Manuel Molina y de Emilia Gacitua.  Nicasio era el segundo de dos hijos, descendiente de una familia con tradición militar, sus dos abuelos habían sido sargentos mayores del ejército, su padre aunque había fallecido a corta edad llego a ser capitán  y su hermano Francisco Javier Molina Gacitúa, fue  contraalmirante de la Armada de Chile.

Ludomilia y Nicacio tuvieron dos hijos, Manuel, quien falleció joven a la edad de 22 años y mi tatarabuela María Estela Molina Sotomayor, nacida el 15 de noviembre de 1876 en Valparaíso.

Finalmente, murió muy joven en San Felipe el 7 de noviembre de 1878, a la edad de 28 años. En menos de 6 años se había casado, sido madre y fallecido.

Ludomilia Sotomayor (1850-1878)

las Mujeres y la MÚSICA en el siglo XIX

Para tratar de darle un contexto histórico-social a este post y a la historia de Ludomilia me puse a buscar información y me encontré con un ensayo 3) muy interesante que analiza justamente a las mujeres de la época y su afición por la música, de donde extraigo y expongo algunas ideas:

En la segunda mitad del siglo XIX existía un sistema de educación que priorizaba la enseñanza de la lectura y la escritura, la enseñanza artística era secundaria y los que tenían más acceso a ella era la élite, generalmente los hombres se iban por el lado del dibujo y las mujeres por la música.

Los estratos sociales más altos tenían acceso  a objetos importados  como instrumentos, partituras y manuales. Además, de poseer los recursos para poder pagar a maestros que los instruían en la práctica y lectura de la música escrita.

La sociedad, gracias a la masificación de la educación, tenía acceso al consumo de la literatura mediante las publicaciones periódicas, como diarios, revistas y semanarios. Estas publicaciones estaban orientadas al público femenino, quienes podían encontrar en ellas novelas, folletines y partituras de música de salón.

Las mujeres practicaban la música de manera “aficionada”  en la intimidad de su hogar para el agrado de su familia y de su propio goce. El aprendizaje comenzaba de manera autodidacta en su casa y luego bajo la supervisión de un profesor de quien aprendían canto, piano, armonía y composición.

Esto produjo que un elevado número de pianistas amateurs,  algunas bastante talentosas se sintieran motivadas para mostrar sus aptitudes musicales, llegando algunas de ellas a editar y publicar algunas de sus creaciones.

En algunos casos las composiciones estaban destinadas a ser exhibidas en privado, posiblemente, con sus más cercanos, ligados por lazos de parentesco y amistad.

Saber componer y tocar música, además de ser un símbolo de distinción y ser un medio de esparcimiento para las mujeres, les permitía animar y participar activamente de veladas familiares y de tertulias. Dentro de ese contexto, la práctica musical constituyó un medio de expresión “autorizado” para las damas de la época.

Tertulia

“Una Tertulia en 1840” por Claudio Gay

La dedicatoria

Después de este resumido contexto histórico-social que nos sirve para imaginarnos eventualmente como fue que Ludomilia se interesó y se desenvolvió en este tema, les expongo qué fue lo que finalmente me permitió confirmar que mi antepasada era compositora de música; y esto fue el hallazgo en otra fuente 4) donde se la reconocía nuevamente como autora de otra pieza, titulada “El Regreso” pero esta vez con una dedicatoria a un familiar el cual mencioné anteriormente:

El Ruiseñor 5) N°3, domingo 16 de mayo de 1875. “El Regreso”. Cuadrillas para piano por Ludomilia Sotomayor de Molinas. “A mi hermano político, Francisco Javier Molinas Gacitúa“.

Ya con la seguridad y la confirmación de que las aptitudes musicales pertenecían a mi trastatarabuela, habilidades que claramente yo no heredé, quería a como dé lugar escuchar este valse, así es que contraté a un pianista para que interpretara las partituras y me las grabara.

Así que para concluir este post, el cual espero les haya gustado, los invito a relajarse e imaginarse en una tertulia en Valparaíso por el año 1875 y a escuchar esta hermosa melodía:

Valse “Recuerdo de Valparaíso”, compuesto por Ludomilia Sotomayor Larrañaga

Notas

Notas
1 Partituras de la antigua Casa Amarilla de Valparaíso, Sistema de Biblioteca Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.
2 La homonimia es definida como la similitud de nombres y apellidos entre personas.
3 Fernanda Vera Malhue, La composición musical de mujeres de élite durante la segunda mitad del siglo XIX en Chile. Escena, Revista de las Artes, Volumen 79, N°2, 2020
4 Eugenio Pereira Salas, Biobibliográfia Musical de Chile Desde los Orígenes a 1886, Ediciones de la Universidad de Chile, Santiago, 1978, pág. 111.
5 El Ruiseñor era un Periódico puramente musical de todos los domingos, del cual aparecieron 5 números en Valparaíso el año 1875.