El intrépido “catalán Molina”

En este septiembre, mes de la patria, nos gustaría honrar al sargento mayor, Don Francisco Javier Molinas, quien fuera un valiente y aguerrido español que luchó codo a codo con los más reconocidos héroes de nuestra independencia. Este español, oriundo de Cataluña, combatió en casi todas las batallas por la emancipación chilena, en prácticamente todos los frentes.

El historiador Barros Arana, en su “Historia de Chile” lo menciona innumerables veces 1), describiéndolo como un militar desbaratado, pero célebre por su intrepidez en las batallas. Además, nos entrega el dato sobre una carta que escribe Molina estando preso por 7 meses en el Cuartel N.º 7, solicitando su libertad al Senado, en donde hace una especie de reseña de sus heroicos servicios, que lo harían merecedor de su restitución al servicio por la patria. El historiador describe esta pieza como “desordenada y jactanciosa hasta el ridículo, pero que contiene noticias útiles para la historia”. Es gracias a este documento que sabemos interesantes detalles de la vida de este temerario antepasado 2).

Como por ejemplo que en 1793, en la frontera hispano-francesa, nuestro héroe quemaba sus primeros cartuchos en combate, luchando en la llamada Guerra de la Convención, también conocida como Guerra del Rosellón o de los Pirineos, donde españoles le declararon la guerra a la Primera República de Francia en un esfuerzo coordinado de las monarquías europeas para contener la Revolución.

Luego le tocó participar en otro conflicto, esta vez contra Gran Bretaña. En esta oportunidad, Españoles y Franceses se unían para luchar contra los Británicos y su expansión. Esta guerra conocida como guerra anglo-española se produjo entre 1796 y 1802.

Tiempo después, a comienzos del siglo XIX, emigró hacia Argentina. Estando allí entre 1806 y 1807 el Imperio Británico puso en marcha lo que se conoce como las Invasiones Inglesas, que fueron 2 intentos fracasados de anexar esta colonia española a sus dominios. En el marco de esta invasión, el 14 de agosto de 1806, 84 correntinos vecinos de la ciudad, con la intención de luchar por recuperar la capital, se reunieron y formaron la Compañía de Cazadores Correntinos, del cual el “catalán” Molina formó parte.

El 4 de noviembre de 1806 la compañía es enviada hacia Montevideo, movilizando a todos sus efectivos disponibles, a quienes se les ordenó reunir todas las armas y caballos posibles. Este enfrentamiento resultó en derrota para los defensores frente a los ingleses. Los Correntinos volvieron a luchar el 2 de junio de 1807 en la defensa del Puente de Barracas y en el combate de los Corrales de Miserere. En esas acciones, Francisco Javier Molina fue uno de los 5 heridos de la compañía.

Ya en Chile, se avecindó en Concepción, donde fue comerciante “de muy buen giro”, como lo señala el mismo en su carta. Fue allí, en mayo de 1809, donde se casó con Concepción Berbén, con quien formó una familia.

Firma de Francisco Javier Molinas, otorgada en Santiago el año de 1811.

Firma de Francisco Javier Molinas, otorgada en Santiago el año de 1811.

Pero “el catalán” era un guerrero innato, y no dudo prontamente en abrazar la causa independentista. Entre marzo y abril de 1813, después de que Antonio Pareja se tomara Talcahuano y Concepción con su ejército Realista, se fugó de dicha ciudad para unirse a José Miguel Carrera y al ejército que se estaba organizando en Santiago.

Después de esto, Molina no paró, participó de las 3 campañas militares que implicaron la guerra de la Independencia, incluyendo en ellas  95 choques y acciones bélicas, recibiendo en ellas siete heridas de guerra. Finalmente, con sable en mano, terminó cayendo en combate durante un asedio que el realista Vicente Benavides puso sobre Las Vegas de Talcahuano entre octubre y noviembre de 1820.

En 1821, su viuda, doña Concepción Berbén, solicita al gobierno de Chile la pensión de Montepío, donde expresa lo siguiente:

Con fecha 10 de este mes, recibí la funesta noticia de haber fallecido mi marido en las vegas de Talcahuano, en las inmediaciones del Portón, en defensa de nuestra sagrada causa. Él recibió la muerte del enemigo, dejando la memoria de sus heroicos servicios a favor del sistema liberal. Sin embargo, mi desgracia prolongada con su fallecimiento me ha dejado en la absoluta mendicidad, con tres tiernos e ignorantes hijos, lo que me hace suspirar la falta de mi consorte en medio del gemir continuo de estos infelices párvulos. Esta digna víctima, sacrificada al implacable furor de los enemigos, exige de necesidad toda la consideración de Vuestra Excelencia para con sus hijos e infeliz viuda, desamparada de todo auxilio. Vuestra Excelencia, suplico decretar que, correspondiendo mi viudedad a la clase de Montepío que debo obtener como mujer legítima de un oficial que ha finado en el campo del honor, se me contribuya la mesada correspondiente a la graduación de mi finado consorte por los ministros del tesoro.

Representación (IA) de Concepción Berbén, escribiendo la solicitud del montepío.

El Legado del Catalán Molina: Un Linaje de Honor Militar

Francisco Javier Molina dejó una huella imborrable en la historia de Chile. Su legado no solo se refleja en sus valientes acciones, sino también en una descendencia que, aunque no fue numerosa, destacó por su vocación militar. Algunos de sus herederos, inspirados por su ejemplo, optaron por privilegiar la vida militar sobre la familiar, lo que podría explicar en parte su linaje reducido. Sin embargo, una rama de su árbol genealógico logró expandirse, permitiendo que el legado del catalán Molina llegue hasta nuestros días. Este repaso genealógico no solo explora el árbol familiar de Molina, sino también la trayectoria de aquellos que, siguiendo sus pasos, eligieron las armas y el servicio a la patria como el eje central de sus vidas, manteniendo vivos sus valores de coraje, honor y sacrificio.

I. Francisco Javier Molinas, español, casado con doña Concepción Berbén. Falleció en combate, el 10 de noviembre de 1820.  Su cuerpo fue enterrado en la parroquia del puerto de Talcahuano. Su esposa al presentar la solicitud de pensión de Montepío dijo que había contraído matrimonio en Concepción durante el mes de mayo de 1809, siendo padrinos el sargento mayor don Joaquín Huerta y su esposa doña Mercedes Bastidas. Además, dijo que de aquel matrimonio habían nacido 4 hijos legítimos; Francisca, Jose Dolores, Francisco de Paula y Jose Manuel.

Doña Concepción Berbén murió de aproximadamente 75 años de edad y fue sepultada en el cementerio general de Santiago el 28 de junio de 1865. Entrego su testamento el 15 del mismo mes ante el escribano Francisco Aliaga. En este documento declaró ser natural de Concepción, hija legítima de don Antonio Berbén y de doña Manuela Isla. En esta ocasión dijo que con su marido solo habían tenido 2 hijos; don Manuel y doña Francisca, y que ambos ya estaban muertos, pero que habían tenido dos hijos cada uno; don Francisco Javier y don Nicasio Molina, y don Marcos Segundo y don Francisco de Paula Maturana, los cuatro sus nietos y universales herederos.

  1. Francisca Molinas Berben, que sigue en el II-A.
  2. José Manuel Molinas Berbén, que continúa en el II-B.
  3. Francisco de Paula Molinas Berbén, que nació en Santiago el 31 de marzo de 1819 y fue bautizado ese mismo día en la iglesia de Santa Ana. Fueron sus padrinos el doctor don Eusebio Oliva y Doña Micaela Álvarez.
  4. José Dolores Molinas Berbén, que según el registro nació el mismo día que su hermano Francisco, el 31 de marzo de 1819, siendo sus padrinos los mismos. Posiblemente, eran mellizos o gemelos. De ellos no tenemos más noticias, por lo que es probable que murieran siendo pequeños.

II-A. Francisca Molinas Berbén, que según consta en la solicitud de Montepío presentada por su madre, nació en Concepción. Sus padrinos de bautizo fueron don Manuel Basabe y su tía, doña Mercedes Berbén. Fue la primera esposa de don Marcos Maturana del Campo, quien, el 1 de septiembre de 1825, recibió permiso del Ministerio de Guerra por decreto supremo para casarse con ella, cuando aún ostentaba el rango de capitán. Francisca falleció antes de 1840, ya que en ese año su marido, viudo, contrajo segundas nupcias con doña Trinidad Palazuelos.

Don Marcos Maturana fue un destacado militar que alcanzó el rango de General de Brigada. Ingresó al ejército el 1 de abril de 1818 como soldado en el batallón de los Húsares de la Muerte. Participó activamente en la batalla de Maipú y en la expedición Libertadora del Perú. Estos logros son solo una pequeña muestra de sus más de 57 años de servicio dedicados al ejército.

Fueron Padres de:

  1. Marcos Segundo Maturana Molina, General de División, fue bautizado el 15 de febrero de 1830, siendo sus padrinos don Juan barrera y su abuela doña Concepción Berben. Fue un destacado militar y coleccionista de arte chileno. Reconocido como héroe de la Guerra del Pacífico contra Perú y Bolivia, es también conocido por fundar el Museo Nacional de Pinturas de Santiago, que actualmente es el Museo Nacional de Bellas Artes de Chile. Falleció en Santiago el 18 de mayo de 1892  soltero y sin descendencia.

    Marcos Segundo Maturana Molina, nieto.

  2. Francisco de Paula Maturana Molina, Sargento Mayor, bautizado el 2 de abril de 1832, en Santiago. Se casó en Constitución el 13 de diciembre de 1866 con Elena Luisa Rougg Elliott, hija de Santiago y Catalina. Murio el 5 de noviembre de 1900.

II-B. José Manuel Molinas Berbén, Capitán de la 6ª Compañía del cuerpo de Artillería. Nació en Santiago, el 30 de mayo de 1820 y fue bautizado ese mismo día en la iglesia parroquial de Santa Ana. Fueron sus padrinos don Francisco Tubin y doña Francisca Aliende. Se casó el 9 de octubre de 1843 con doña Emilia del Carmen Gacitúa, hija del sargento mayor de artillería, don Pedro Antonio Gacitúa y de doña Mercedes Mardones. Fue sepultado en el cementerio general de Santiago el 9 de julio de 1849. Según doña Emilia, su mujer, en la solicitud de pensión de montepío, su marido murió “perturbado de sus sentidos”.

Por su hoja de vida del ejército sabemos que estudió en la Academia Militar y que fue un alumno sobresaliente en aritmética, álgebra, geometrías prácticas y descriptivas. Que hizo la campaña al Perú con el ejército restaurador desde junio de 1838 hasta julio de 1839, hallándose en la batalla de Yungay. Fue profesor de matemáticas entre 1843 y 1844 en la misma Academia Militar. Finalmente, hizo la campaña a las colonias de Magallanes desde el 1 de octubre de 1845 hasta el 30 de marzo de 1848. Al parecer, en esta última misión, en la cual estaba acompañado de su familia, habría sufrido una especie de desequilibrio mental, lo que lo obligo a volver a Santiago, falleciendo a los pocos meses.

  1. Francisco Javier Molina Gacitúa, Contraalmirante de la Armada Nacional. Fue bautizado el 16 de junio de 1845 en San Isidro, Santiago, siendo sus padrinos don Erasmo Escala y doña Carlota Fernández.  Ingresó a la Escuela naval el 15 de abril de 1858, perteneciendo al reconocido “Curso de los Héroes”. Murió soltero el 20 de julio de 1892.

    Francisco Javier Molina Gacitúa, nieto.

  2. Nicasio Fermín Molina Gacitúa, que sigue en el III.

III. Nicasio Fermín Molina Gacitúa, bautizado en el puerto de San Felipe, en Magallanes, el día 14 de noviembre de 1847, a la edad de 33 días. Casado en Valparaíso, en la iglesia de los Doce Apóstoles  el 7 de octubre de 1872 con doña Ludomilia Sotomayor, hija legítima de don José Santos Sotomayor y doña Sinforosa Larrañaga, siendo testigos el mismo padre de la novia y doña Mercedes Mardones de Gacitúa, su abuela materna.

Enviudo al poco tiempo de casado, el 7 de noviembre de 1878, cuando su joven esposa es sepultada en el cementerio parroquial de San Felipe, Aconcagua.

De los cuatro nietos del “catalán Molina”, fue el menos activo en lo militar. Según su hoja de vida en el Ejército de Chile, sabemos que el 9 de mayo de 1879 ocupaba el cargo de teniente en la 3.ª Compañía del 1.º Batallón del Regimiento Movilizado “Lautaro”. En 1882, se desempeñaba como teniente en la 4.ª Compañía del Batallón Movilizado “San Fernando”. Finalmente, en 1884, se retiró completamente del ejército.

Murió el 9 de junio de  1888 en Valparaíso, dejando a su madre, doña Emilia Gacitua a cargo de sus hijos:

  1. Manuel Molina Sotomayor, quien falleció soltero el 22 de mayo de 1897 a la supuesta edad de 22 años debido a una tuberculosis cerebral.
  2. María Estela Molina Sotomayor, bautizada en la iglesia parroquial de los Doce Apostoles de Valparaíso el 3 de diciembre de 1876 habiendo nacido el 15 de noviembre de dicho año. Fueron sus padrinos José Santos Sotomayor, su abuelo y Mercedes Carolina Gacitúa Arguelles. En 1899 solicito al congreso nacional una pension de gracia por ser nieta del Sargento Mayor de la Independencia Francisco Javier Molina. Se casó por el registro civil el 16 de noviembre de 1901 con Samuel O’Ryan Samaniego, dando su concentimiento su abuela paterna, doña Emilia Gacitúa viuda de Molina. Murió el 18 de febrero de 1946 en Valparaiso.
    Dejo decendencia en:

    1. Manuel O’Ryan Molina
    2. María O’Ryan Molina, quien se casó con Armando O’Ryan Montalva.
    3. Samuel O’Ryan Molina
    4. Javier O’Ryan Molina

María Estela Molina Sotomayor, bisnieta.

 

Notas

Notas
1 Es mencionado en la Historia General de Chile de Don Diego Barros Arana en el Tomo IX: paginas: 44, 47, 84, 97, 105, 108, 128, 131, 138, 287, 398, 403, 552, 563, 565, 576, 578, 595, 606, 607, 608. Tomo X: paginas: 152, 574. Tomo XI: paginas: 35, 173, 268, 269, 271, 281, 326, 327, 328, 458. Tomo XII: pagina 32.
2 Sesiones de los Cuerpos Legislativos de Chile – Tomo II (1818-1819) pág. 214

El prócer argentino don Gregorio Aráoz Lamadrid

Escrito por:
Gabriel Anríquez Ponce
Carmen Luz Muñoz Mundaca

Descendencia chilena

I. Don Gregorio Araos Lamadrid nació en Tucumán (Argentina) el 28/11/1795, hijo de don Javier Aráoz Lamadrid y de doña Andrea Ignacia Aráoz. Su padre falleció siendo él muy pequeño. En 1811 y con cerca de 16 años se incorporó al Regimiento de Voluntarios de Caballería. Actuó bajo la comandancia del general Manuel Belgrano en la batalla de Tucumán (24/9/1812), clave en la guerra de la Independencia de Argentina. Las tropas realistas fueron derrotadas por el Ejército del Norte liderado por el general Manuel Belgrano, cuya victoria consiguió detener la usurpación de territorios por parte de los realistas y permitió a las tropas argentinas consolidar su dominio y reafirmar su autoridad.

En julio de 1816, con 21 años, y debido a su valor demostrado en situaciones adversas, fue nombrado teniente coronel y jefe de un batallón del Cuerpo de Húsares de Tucumán, por don Juan Martín de Pueyrredón, Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata.

En 1827 fue atacado por Quiroga y por Juan Felipe Ibarra, por lo que huyó a Bolivia para salvar su vida. De vuelta en Argentina, el general Juan Lavalle lo comisionó en 1829 para incorporarse al ejército del general Paz con destino a Córdoba, luchando en las batallas de San Roque, La Tablada y Oncativo, derrotando a Facundo Quiroga. El general Paz lo designó gobernador de La Rioja entre 1830 y 1831 y al caer prisionero el general Paz, ocupó interinamente la gobernación de Córdoba, hasta que fue atacado por Quiroga, debiendo retirarse. Vencido logró pasar a Bolivia, donde pudo reunirse con su familia y de allí viajar a Lima para visitar a su hermano Francisco Lamadrid, perteneciente al ejército peruano, con quien dejó a su madre y a dos hermanas para luego regresar a La Paz.

La trayectoria militar de Lamadrid entre octubre de 1840 y octubre de 1841 fue desastrosa, sus incursiones en Santiago del Estero, Córdoba, Salta, Catamarca, La Rioja y Mendoza no fueron exitosas, siendo derrotado en la batalla de Rodeo del Medio (Mendoza) por el general Ángel Pacheco con una significativa pérdida de vidas, armamentos y toma de prisioneros. Ante esta situación, Lamadrid cruzó la cordillera de los Andes con destino a Chile con un grupo de oficiales y soldados. Una vez en Chile fue por su familia a La Paz, estableciéndose con ella en 1842 en la ciudad de Copiapó, donde logró sobrevivir con la instalación de una panadería. La necesidad lo llevó posteriormente a trasladarse a Valparaíso y luego a Santiago.

Durante su estancia en Chile se dedicó a la panadería, pero sin buenos resultados, como lo relatara él mismo. Para subsistir recibió ayuda de Sarmiento y durante algunos meses una ayuda de 25 pesos mensuales otorgada por el Presidente Manuel Bulnes. Vivió en Santiago entre abril de 1843 hasta mediados de mayo de 1846.

El coronel don Gregorio, natural de Tucumán, casó el 1/9/1820 en la parroquia de San Nicolás de Bari con doña María Luisa Díaz Vélez Insiarte, hija de su primo José Miguel Díaz Vélez y Aráoz y de doña María del Tránsito Insiarte Montiel, con quien tuvo trece hijos de los cuales hemos identificado nueve. Falleció en Buenos Aires el 5/1/1857 y hoy sus restos descansan en la Catedral de San Miguel de Tucumán, Argentina.

Firma de don Gregorio Aráoz de Lamadrid

Firma de don Gregorio Aráoz de Lamadrid.

  1. Francisco Ciriaco Aniceto Aráoz Lamadrid Díaz, nacido el 17/9/1822 y bautizado el 23/9/1822. Falleció de 19 años de edad.
  2. María Bárbara Aráoz Lamadrid Díaz, nacida el 4/12/1823 y bautizada el 19 del mismo mes. Falleció de quince meses de edad.
  3. Mercedes Aráoz Lamadrid Díaz, nacida por 1825 y fallecida en Las Lomas de Zamora (Argentina) el 20/5/1875 de cincuenta años de edad. En Chile estudió gratis en el colegio de los señores Cabezón, salteños, quienes tenían colegios de señoritas.
  4. José Justiniano Aráoz Lamadrid Díaz, nacido el 5/9/1825 y bautizado el 17/9/1825.
  5. Olegaria Luisa Mercedes del Corazón de Jesús Aráoz Lamadrid Díaz, nacida el 6/3/1829 y bautizada el día 11 del mismo mes. En Chile estudió gratis en el colegio de los señores Cabezón, salteños, quienes tenían colegios de señoritas.
  6. Pedro Miguel Aráoz Lamadrid Díaz, nacido el 4/7/1831 y bautizado el día 15 del mismo mes. Durante su estancia en Chile recibió ayuda de don Pablo Zorrila para que acudiera con sus hijos al colegio del señor José María Núñez, que no cobraba nada por enseñarle. En 1845 sufrió viruela, se salvó, pero quedó completamente desfigurado. Casó el 10/4/1856 con Josefa Aráoz de Lamadrid Díaz, hija de Mariano y Dolores.
  7. María Tomasa Berenice Aráoz Lamadrid Díaz, nacida en Lima, Perú y bautizada el 19/10/1832.

    Don Gregorio junto a su hija Berenice y su yerno

    Don Gregorio junto a su hija Berenice y su yerno.

  8. José Ignacio Aráoz Lamadrid Díaz, nacido en Santiago el 1/2/1845, bautizado y cuyos padrinos fueron don José Antonio Alvarez Condarco, paisano y primo de su padre, y su esposa Juana Inglesa.
  9. José Gregorio Aráoz Lamadrid Díaz, que sigue en el II.

II. José Gregorio Aráoz Lamadrid Díaz, primogénito nacido el 18/6/1821 y bautizado el 6/8/1821 en compañía de sus abuelos, el Dr. Don José Díaz Vélez y doña Tránsito Insiarte. Fue casado con María Milagro Fernández. Falleció el 13/8/1860 de 38 años de edad.

Defunción de don Gregorio Aráoz Lamadrid Díaz en Los Angeles, Chile.

Defunción de don Gregorio Aráoz Lamadrid Díaz en Los Angeles, Chile.

Este hijo del prócer argentino, según el relato de su padre, fue dejado en 1834 por su progenitor en el colegio de Santiago, a cargo del coronel don Luis Pereyra. Fue oficial durante la expedición a Yungay.  Permaneció en Chile tras el retorno de su familia a Argentina, radicándose en el sector de Talcamavida en la comuna de Los Angeles, región del Bío-Bío, Chile. Son hijos identificados:

  1. Balmor Aráoz Lamadrid Fernández, fallecido el 20/6/1848 de dos años de edad.
  2. Luisa Angelica Lamadrid Fernández, fallecida el 17/3/1849 de un mes de edad.
  3. Gregorio Arturo Aráoz Lamadrid Fernández, bautizado el 1/12/1845 de cuatro días de nacido.
  4. Domingo Lamadrid Fernández, bautizado el 12/6/1847 de ocho meses de edad.
  5. Domingo Abraham Lamadrid Fernández, bautizado el 6/12/1852 de 16 días de nacido. Casó el 13/5/1887 con Gregoria Cid Merino y falleció viudo el 20/1/1888 de 35 años de edad. Hijos identificados:
    1. Ismael Lamadrid Soto (habido en Catalina Soto), casado en Talcahuano el 15/7/1900 con Delfina Iturra Poblete.
    2. José Neftalí Lamadrid Pradenas (habido en Petrona Pradena Osses)
    3. Ernesto Lamadrid Pradenas (habido en Petrona Pradenas), nacido por 1888 y casado en Santiago el 6/7/1914 con Ana Clemira Melo Muñoz, natural de Yungay. Hijos identificados: Ana Palmira Lamadrid Melo, nacida el 11/8/1907 y fallecida el 8/7/1998; Luis Alejandro Lamadrid Melo, nacido 15/12/1910 y; Humberto del Tránsito Lamadrid Melo, nacido el 15/11/1919.
    4. Gonzalo Balmor Lamadrid Pradena (habido en Petrona Pradenas), nacido por 1879 y casado en Santiago el 10/5/1906 con Carmela Leppe Cádiz, hija de Avelino y Clorinda. Hijo identificado es Manuel Francisco Hernán Lamadrid Leppe, nacido el 15/3/1912.
  6. Ernesto Lamadrid Fernández, bautizado el 12/12/1852 de 3 años de edad.
  7. Mercedes Ernestina Lamadrid Fernández, bautizada el 6/6/1854. Casó el 29/7/1880 con Antonio Reyes Bastidas, hijo de Antonio y Margarita. Antonio falleció en Santiago el 5/6/1928 y Mercedes falleció viuda en Los Angeles el 30/5/1937. Son hijos:
    1. Alberto Reyes Lamadrid, bautizado el 16/12/1894 de nueve meses de edad.
    2. Marcos Antonio Reyes Lamadrid, bautizado el 12/8/1883 de seis meses de edad.
    3. Ascanio Reyes Lamadrid, nacido el 23/3/1891. Fue casado con María Albertina Alvarez Provoste, hija de Dionisio Alvarez Campos y de Sara Provoste Torres. Ascanio falleció el 2/12/1960. Hijos identificados son: Manuel Antonio Reyes Alvarez, nacido el 25/10/1929, casado el 31/10/1952 con Fresia del Carmen Reyes Yáñez y fallecido el 29/9/1996; Carlos René Reyes Alvarez, nacido el 1/10/1931, casado el 7/4/1951 con María Mercedes Hermosilla y fallecido el 29/9/2009; María Isabel Reyes Alvarez, nacida el 18/12/1933, casada el 4/5/1956 con Heriberto del Carmen Pino Ponce y fallecida el 1/9/1992; Ascanio Segundo Reyes Alvarez, nacido el 9/8/1939, casado el 5/2/1966 con Olga Andrea Neira Soto y fallecido el 13/6/2018; Carmen Luisa Reyes Alvarez, nacida el 20/1/1934, casada con José Emilio Mundaca Mundaca y fallecida el 8/7/2023; Elsa Elena Reyes Alvarez, nacida el 26/5/1943.
    4. Mercedes Reyes Lamadrid, bautizada el 12/8/1883 de un año y ocho meses de edad y fallecida en 1937.
    5. Amanda Josefina Reyes Lamadrid, nacida el 27/8/1886 y casada en Santiago en 1919 con Percio Anguita Azócar, hijo de Berciales y Corina.
    6. Milagro Aurora Reyes Lamadrid, nacida el 13/8/1888. Debió fallecer antes de 1928 porque no figura en la posesión efectiva de su padre.
    7. Enrique Armando Reyes Lamadrid, bautizado el 17/1/1885 de dos meses de edad. Debió fallecer antes de 1928 porque no figura en la posesión efectiva de su padre.
  8. Néstor Isaac Lamadrid Fernández, bautizado el 13/10/1857 de seis días de nacido y fallecido soltero el 22/12/1877 de 18 años de edad.
  9. Jacob (Jacobo) Aráoz Lamadrid Fernández, bautizado el 23/11/1859 de diez días de nacido.
  10. Arturo Aráoz Lamadrid Fernández, nacido por 1846. Casó en primeras nupcias con Carmen Lira Albarracín, fallecida en Quilleco el 28/12/1871 de 19 años de edad. En segundas nupcias casó el 16/1/1896 con María Cabezas Herrera, hija de Celedonio y Rosa. Arturo falleció el 21/4/1897 de 51 años. Hijos identificados:
    1. Blanca Rosa Lamadrid Lira, bautizada en Valparaiso el 1/1/1870. Falleció en Los Angeles, soltera, el 5/5/1903 de 34 años. Hija identificada es Sara Rosa Lamadrid, bautizada el 10/6/1899 de diez meses de edad.
    2. Alfredo Lamadrid Cabezas, nacido el 26/1/1890 y fallecido en Santiago el 8/3/1970 de 79 años. En 1935 se le concedió posesión efectiva por su madre, doña María Cabezas, viuda de Lamadrid.
    3. Arturo Augusto Lamadrid Cabezas, nacido el 18/1/1890.
    4. Luis Heriberto Lamadrid Cabezas, bautizado el 20/11/1887 de dos meses y quince días.
    5. María Isabel Lamadrid Sáez (habida en María Sáez), nacida por 1860 y casada el 9/4/1882 con Juan Pablo Jeldres Méndez, hijo de Juan Agustín Jeldres y de Teresa Jesús Méndez. Hijos identificados son: María Amelia Jeldres Lamadrid, nacida el 16/10/1891; Pablo Segundo Jeldres Lamadrid, nacido el 9/8/1885 y fallecido el 17/5/1893; Juan Pablo Jeldres Lamadrid, nacido el 11/2/1887; José Adonai Jeldres Lamadrid, nacido el 25/10/1889 y fallecido el 13/1/1893; Carmen Luisa Jeldres Lamadrid, nacida el 13/11/1895 y fallecida el 9/4/1897; Pedro José Jeldres Lamadrid, nacido en 1887 y fallecido el 15/3/1889; Juan Agustín Jeldres Lamadrid, nacido el 30/11/1899; José Samuel Jeldres Lamadrid, nacido el 10/9/1901; Blanca Delia Jeldres Lamadrid, nacida el 22/1/1884 y; Clara Rosa Jeldres Lamadrid, bautizada en 19/8/1888 de ocho días de nacida.

Misión Franciscana en Victoria en 1887

La llegada de los españoles a Chile y su interés por ocupar las tierras al sur del río BioBío trajo consigo un arduo trabajo para la Iglesia Católica. Sacerdotes y misioneros se esparcieron por cada rincón de lo que hoy es la región de La Araucanía. Desde entonces, con el objeto de evangelizar y convertir a los infieles a la fe católica, realizaron innumerables misiones entre los pueblos recién fundados, labor que se extendió hasta fines del siglo XIX. En ese contexto, la Parroquia Franciscana de Lautaro realiza una misión al pueblo de Victoria el 30 de diciembre de 1887 para practicar bautismos. Recordar que los primeros libros parroquiales de Victoria datan de 1891 y que aunque en Chile desde 1885 ya existía el Registro Civil, eran muchas las familias que por distintas razones no acudían al Oficial Civil a inscribir los nacimientos de sus hijos. Por lo que los registros que aquí exponemos representan un verdadero hallazgo que nos permite conocer una parte de la población de Victoria a seis años de su fundación.

La revisión de los registros nos permite identificar los apellidos presentes en la ciudad en 1887. Los más recurrentes eran: Acevedo, Acuña, Alarcón, Albornoz, Arriagada, Avello, Bacharate, Baeza, Barra, Bascuñán, Burgos, Bustamante, Campos, Cárdenas, Castro, Catalán, Cid, Cifuentes, Ciudad, Concha, Contreras, Cortez, Davison, Díaz, Elgueta, Espinoza, Fonseca, Fuentes, Galaz, Gallegos, García, Garrido, Gómez, Gutiérrez, Inostroza, Jaque, Lara, Larenas, López, Martínez, Maureira, Moncada, Monje, Montecinos, Morales, Muñoz, Navarrete, Norambuena, Novoa, Oliva, Pereira, Pinilla, Pino, Poblete, Pulgar, Quezada, Ramírez, Reyes, Riquelme, Rojas, Rossi, Rubilar, Saave犀利士
dra, Salamanca, Salazar, Sandoval, Sanhueza, Saravia, Seguel, Sepúlveda, Soto, Ulloa, Urrieta, Valenzuela, Vallejos, Venegas, Vergara, Zapata y Zúñiga.

La visita a la ciudad de Victoria fue realizada por el reverendo franciscano Luis Mansilla Vidal, nacido en Dalcahue y reconocido genealogista del sur de Chile. Sus obras tituladas Relación genealógica de varias familias de Chiloé (1914), y Relación genealógica de varias familias Chiloensis (1927) tuvieron una buena aceptación, siendo reconocidas, entre otros, por el profesor e historiador Tomás Guevara Silva.

En 1881 el padre Mansilla inicia su misión en La Araucanía, razón que lo lleva a visitar el naciente pueblo de Victoria en 1887, cuyo fuerte llevaba erigido apenas seis años.

El primer bautismo registrado por el padre Mansilla en este libro es el de José Guillermo Acevedo Leiva, de ocho meses de edad, legítimo de Martín Acevedo y Griselda Leiva. Fueron padrinos Jesús Cerna y Carmen Urrutia, como podrán apreciar en la inscripción de este sacramento.

Primer bautismo registrado por el padre Luís Mansilla en su visita a Victoria en 1887.

Primer bautismo registrado por el padre Luis Mansilla en su visita a Victoria en 1887.

En memoria a Pedro Antonio Gacitúa

Era octubre de 1843, Pedro Antonio Gacitúa yacía enfermo en cama. Estaba grave y no le quedaba mucho tiempo de vida. Tenía apenas 41 años, estaba casado con Mercedes Mardones, quien por esos días estaba embarazada. Este nuevo hijo se sumaría a su numerosa familia, pues ya tenían 10 bocas que alimentar.

Vivía con su familia en una hijuela en Isla de Maipo que le alquilaba a su tío Francisco Gacitúa a quien le debía 70 pesos por dicho arriendo. En este lugar tenían varios animales, alrededor de 26 a 30 vacas, 2 caballos y una oveja, todos comprados, ya que ni él ni su esposa habían aportado bienes al matrimonio.

Pedro Antonio, a pesar de venir de una familia acomodada, dejaba pocas posesiones, nada mas que muebles y ropas. Era hijo de don Antonio Gacitúa Caso y de doña Francisca Arguelles y nieto de Juan de Dios Gacitúa Ovalle, oidor de la Real Audiencia.

Hasta ese momento no recibía la herencia que le correspondía por la muerte de su padre, ya que aún no se podía realizar la partición de esta entre él y sus hermanos.

El legado de Pedro no eran cosas materiales, sino que era el honor de haber servido valientemente a su patria por 26 años… casi toda su vida.

Ingreso a la Academia Militar en 1817 y llego a ser Sargento Mayor de Artillería. Dentro de sus hazañas estaba la de haber combatido como cadete en la histórica batalla de Maipú y haber participado junto con el ejército libertador desde 1820 hasta 1823 en la campaña del Perú.

Estuvo en el Callao donde las fuerzas independentistas que entraron en la ciudad de Lima se replegaron y en donde permanecieron sitiadas hasta el 16 de julio de 1823, por lo que obtuvo una medalla de oro concedida a los oficiales que hicieron esta campaña.

En su estadía en Lima, dejo un hijo natural llamado Juan Pedro de quien no sabía si había tomado su apellido o siquiera si seguía con vida.

Testó ante el escribano Gerónimo Araos dejando como herederos a sus hijos legítimos y a pesar de tener muy poco, le separo 2 pesos a su hijo peruano y si es que se llegaba a aparecer por Santiago alguna vez, le pidió a su albacea que lo asistiera en lo que fuera posible.

Pedro Antonio había nacido en Santiago el 10 de mayo de 1802. Después de haber tenido a sus primeros 5 hijos se casó el año de 1832 en Valparaíso donde vivió por algunos años. Fue padre de; Emilia, Antonio, Cecilio, Didaca, Nicomedes, Francisco, Justo, Francisca, Ramona, Clarisa y Eleuteria Gacitua Mardones.

Finalmente falleció en diciembre del 43 y fue sepultado en el cementerio general de Santiago donde hasta el día de hoy descansan sus restos.

Firma pedro Antonio Gacitúa

Firma del Sargento mayor de Artillería, don Pedro Antonio Gacitúa Arguelles (1802-1843)

Este año se cumplen 180 años de su muerte. Si desciendes de  Pedro Antonio Gacitúa o tienes alguna otra información en relación a él y su familia déjame tus comentarios.

Un O’Ryan en la Guerra del Pacífico

Santiago O'Ryan Samaniego

Santiago O’Ryan, subteniente granaderos a caballo, 1882.

Esta afición sobre los antepasados y querer saber más sobre sus vidas me ha llevado a interesarme bastante por la historia… por ejemplo investigando sobre uno de mis tatarabuelos Santiago O’Ryan Samaniego, bisnieto de Santiago Vicenti O’Ryan, me enteré, aparte de que había sido militar de profesión, que había participado en la Guerra del Pacífico.

Por supuesto este descubrimiento despertó en mí una gran curiosidad por saber más sobre este importante hecho de nuestra historia. Fue así como leí un par de libros con relatos y vivencias de chilenos que fueron parte de esta guerra y quede impresionado 1)… Debió ser una experiencia durísima, defender nuestra patria a un costo bastante alto, como lo es perder a sus compañeros, ver como algunos perdían extremidades entre otras atrocidades de la guerra, sin embargo y pese a toda la carga emocional  que debió significar, el llevar el nombre de Chile a la gloria los lleno de orgullo.

Así es que me sentí en la obligación de investigar un poco más sobre cuál había sido la experiencia de mi tatarabuelo en este conflicto y dejarla escrita en este post para que quizás algún otro descendiente directo o pariente que llegue a este blog gracias a la magia de Google, la pueda conocer.

Si bien en este artículo, no voy a exponer su vivencia de la guerra en primera persona cómo las que me impresionaron en los libros que leí (los cuales recomiendo leer para imaginarlas), la idea es saber más o menos la ruta que hizo y las batallas en las que estuvo presente. Para esto, me basé en su hoja de vida militar, donde en resumen, se van listando sus distintas etapas dentro del ejército, dicha hoja se puede revisar en el Archivo Histórico del Ejército.

El protagonista nació el 5 de julio de 1862 en Santiago y fue bautizado como José Santiago en la parroquia de San Isidro el 11 del mismo mes. Hijo de Francisco O’Ryan León y Mercedes Samaniego Martínez.

Antes de la guerra (esto es solo una suposición) debió haber estudiado en la escuela militar, ya que fue integrado el 27 de noviembre de 1879 con el grado de subteniente al Batallón Movilizado “Colchagua”. Por lo que entendí de uno de los libros que previamente leí, si no tenías estos estudios eras incorporado como soldado raso, además Santiago, después de la guerra, hizo una carrera como militar, por lo que creo que suponer que pasó por esa institución es lo más lógico.

Ruta JUNTO AL batallÓn Colchagua

Lo primero fue averiguar un poco más sobre este batallón, así que googleando encontré un artículo que me fue de bastante ayuda 2) y de donde extraje bastante información:

El 14 de febrero de 1879, en la provincia de Colchagua, los batallones cívicos de San Fernando y Rengo se fusionan para formar el Batallón  Colchagua al mando del teniente coronel Manuel José Soffia Otaegui, para acudir en apoyo y reforzar a las fuerzas que ya habían iniciando la campaña de Tarapacá con la toma de Pisagua el 2 del mismo mes.

Este nuevo batallón estaba compuesto principalmente por voluntarios de la zona y consistía de 6 compañías, cada una de ellas se componía por 1 capitán, 2 subtenientes, 1 sargento primero, 6 sargentos segundos, 6 cabos primeros, 6 cabos segundos y 128 soldados.

Según la lista para la revista de comisario del mes de diciembre de 1879, Santiago fue designado (como lo mencioné antes) como subteniente, en la quinta compañía de este batallón.

El Batallón Colchagua parte en tren desde San Fernando a Melipilla para recibir instrucción militar para luego embarcarse en Valparaíso rumbo a Antofagasta donde estarán hasta febrero de 1880 cuando son derivados a Iquique. Tras algunos meses de permanencia en aquel lugar con fecha 14 de agosto este batallón cambia a la categoría de “Regimiento”.

En Iquique algunas compañías del nuevo Regimiento Colchagua son parte de expediciones que parten a Chimbote y San Pedro. El 17 de septiembre de 1880 destruyeron el ferrocarril de Huaca y exploraron el valle de Lurín, Chiclayo y Trujillo. En noviembre del mismo año, el Regimiento Colchagua se encuentra en Arica, lugar donde se prepara el desembarco en territorio peruano que se realizará en Pisco el 15 de diciembre.

El subteniente O’Ryan hizo la marcha de Pisco a Lurín, bajo las órdenes del Contra-Almirante don Patricio Lynch donde el ejército chileno se acantona para preparar la toma de Lima. Esto se logra con la batalla librada el 13 de enero de 1881 en el balneario de San Juan de Chorrillos, con la derrota  peruana.

Regimiento Colchagua

Regimiento Colchagua sobre el Puente Lurín, en vísperas de la Batalla de Chorrillos

En la Batalla de Chorrillos el Regimiento Colchagua tuvo un rol importante, pues como parte de las fuerzas de la primera división al mando de Patricio Lynch, le tocó avanzar desde las posiciones del cerro Zig–Zag y al Morro Solar.

Después de esta victoria en Chorrillos era imperioso neutralizar las posibilidades de reorganización de los peruanos, por lo que la Batalla de Miraflores, librada dos días después fue clave.

En esta batalla, el Regimiento Colchagua pudo participar en el combate contra las tropas peruanas y ocupar posiciones de vanguardia. Las tropas del Colchagua, junto al resto de la primera división, atacaron por el flanco izquierdo de las tropas peruanas que no pudieron resistir el ataque.

El Regimiento Colchagua junto con el resto de las tropas nacionales, ocupa Lima el 20 de enero. La banda instrumental del Regimiento Colchagua participó como parte de las tropas que irrumpieron con paso marcial en las calles de dicha capital.

Me imagino a mi Tatarabuelo marchando lleno de orgullo por las calles Limeñas.

Ejercito Chileno marchando por Lima

Ejército chileno marchando por las calles de Lima.

Al poco tiempo  después las autoridades deciden que la mitad de las fuerzas del ejército debe retornar a Chile. Entre esas fuerzas se encuentra el regimiento Colchagua el cual se embarca desde Callao rumbo a San Fernando donde el 26 de marzo la unidad se disuelve.

Distinta suerte corre nues犀利士
tro subteniente, quien permanece en Lima y el 24 de febrero es nombrado como Teniente de la guardia movilizada y  el 11 de mayo  es agregado como subteniente al regimiento de “Granaderos a Caballo” (En la foto de inicio del post lo podemos ver con su indumentaria).

Durante la Ocupación de Lima

El Gobierno nombra al contralmirante don Patricio Lynch para remplazar al General Baquedano en el mando del Ejército Chileno en el norte. El almirante distribuye las fuerzas en distintas guarniciones quedando Santiago O’Ryan en la provincia de Chancay, con asiento en Huacho, a cargo del teniente coronel don Silvestre Urizar Garfias. Dicha guarnición constaba de los batallones 2° de línea y Talca, una sección de artillería y un piquete de caballería 3). Santiago permanecería en ese lugar desde febrero hasta septiembre de 1881.

Santiago O'Ryan Samaniego

Fotografía de Santiago O’Ryan obtenida del archivo digital Courret de la Biblioteca Nacional de Perú

El 21 de octubre, bajo las órdenes del teniente coronel don Wenceslao Castillo, participó en combate de Cienaguillas, contra montoneras (la resistencia peruana) a las cuales el cuartel general chileno había enviado a eliminar. Estas montoneras estaban guarnecidas al interior del río Lurín, de donde bajaban a saquear las fincas vecinas a Lima.

A continuación el relato del combate tal cual lo encontré en la fuente citada4):

“El comandante don Wenceslao Castillo se pone en marcha sobre Cienaguillas, a las 6 de la tarde con su cuerpo, el batallón Maule, y alguna caballería.

El enemigo, atrincherado en el desfiladero de Callejones, le espera resuelto a defender el paso. Castillo llega a media noche e inicia el ataque de frente, en tanto 100 hombres flanquean al enemigo por las alturas. Cojidos entre dos fuegos, los montoneros abandonan sus posiciones, retirándose a un tupido bosque que cierra el acceso a las casas de la hacienda.

Castillo levanta el campamento a las 4 de la tarde y al amanecer penetra en el bosque, después de un tiroteo de su descubierta de caballería, a cargo del capitán don Manuel Fournie, con otra de infantes enemigos.

200 hombres del Maule desplegados en guerrilla se internan en el monte, y se traban en pelea individual con los montoneros hasta alcanzar las casas de la finca.

El enemigo las defiende con tenacidad; pero en breve, abandona paulatinamente las posiciones, para buscar su salvación en la fuga, tan pronto como la compañía del Maule, del capitán don Flaviano Valenzuela, consigue flanquearle, haciéndole crecidas bajas.

No siendo posible perseguir a los fugitivos con la caballería por la fragosidad de las veredas que conducen al interior, el comandante ordena alto el fuego, acampando en las casas de la hacienda.

Los montoneros dejan sobre el campo unos 30 cadáveres, 73 rifles y carabinas, 6000 cartuchos a bala, la documentación del comandante del Escuadrón Inmortales, comandante Agustin Lara, espadas y equipo de los oficiales del escuadrón.

Se rodean algunos animales vacunos, que se conducen a Lima.

El comandante Castillo tuvo tres heridos en el Maule, dos en Carabineros, con cuatro bajas en la caballada.

Cumplida su misión, la fuerza chilena regresa a la capital.”

Lo último que sabemos de su participación en este conflicto es de marzo de 1882 cuando, bajo las órdenes del coronel Marco Aurelio Arriagada, forma parte de la expedición que ocupó la provincia de Cajamarca y Huamachuco y la de la Sierra.

Después de la guerra

Santiago fue militar de profesión y después de la guerra continuó con su carrera. Siempre vinculado a las unidades de caballería, fue escalando en rangos hasta llegar a ser Teniente Coronel en 1908.

Militares

Fotografía tomada en septiembre de 1896, en la que aparecen militares destacados del Ejército Chileno. De izquierda a derecha: Teniente Coronel Santiago O’Ryan, Intendente Carlos Bories, General Alejandro Gorostiaga, General Fernando Lopetegui, General Manuel Bulnes, Coronel Aníbal Farías, General Emilio Körner, General Manuel Baquedano, Coronel Waldo Silva, General Estanislao del Canto, Coronel Pedro Rivas, General Joaquín Cortés y General José Novoa.

En 1908 fue nombrado edecán de Su Excelencia el Presidente de la República. En 1910 formó parte de la comitiva que en representación del ejército acompañó al Presidente a las fiestas del centenario Argentino.

Santiago O'Ryan, Edecán

S.E. El Presidente de Chile Don Pedro Montt y sus edecanes tenientes coroneles señores Alejandro Villalobos, Santiago O’Ryan y mayores señores Carlos Valenzuela Donoso y Juan Ignacio García Vidaurre.

Condecoraciones

Al igual que a todos los chilenos que participaron de la Guerra del Pacífico a Santiago se le reconoció a través de medallas,  aparte de otros reconocimientos dentro de su carrera como por ejemplo por antigüedad.

Me pregunto si alguien de la familia aún tendrá guardado estos magníficos tesoros… (si es así que me escriban para sacarme una foto con la medalla) A continuación dejo listado de condecoraciones que recibió:

Medalla de Oro

Medalla que habría recibido Santiago O’Ryan por su participación en las batallas de Chorrillos y Miraflores durante la Guerra del Pacífico.

  • Por Ley de 14 de enero de 1882, tiene derecho a usar una Medalla de Oro por haber realizado la Campaña a Lima, con una barra del mismo metal por cada una de las batallas de Chorrillos y Miraflores.

  • Por decreto supremo de 14 de septiembre de 1904, se le concedió el uso de la Estrella de Plata, por años de servicio en la institución.

  • Por decreto supremo de 28 de enero de 1911, se le concede permiso para usar la Medalla de Plata, acordada por el presidente de la República Argentina.

  • Por decreto supremo de 6 de julio de 1912, se le concede el uso de la Medalla de Honor, acordada por la Ilustre Municipalidad de Valparaíso, a los que hicieron la Campaña contra el Perú y Bolivia.

     

La familia O’Ryan Montalva

Ya expuesta parte de la vida profesional, principalmente la experiencia vivida por mi tatarabuelo en la Guerra del Pacífico o por lo menos lo que puedo deducir que fue aquella vivencia a través de las evidencias antes mencionadas, me gustaría terminar con algunos datos sobre su vida personal y  la familia que formo.

Santiago se casó el 25 de septiembre de 1886 con Carmela Montalva Frías hija de Cipriano Montalva Martínez y de Doña Rosa Frías Bueras. De este matrimonio nacieron siete hijos, María Ester, Santiago, Rosa, Sara, Olga, Alfonso y Armando O’Ryan Montalva.

En 1912, enviudo,  Carmela tenía apenas 45 años… y al poco tiempo después, en marzo de 1914 Santiago afectado de una nefritis también dejaría de existir. María Ester, la mayor de las hijas tenía 27 años y el menor Armando tan solo 7 años. Ambos padres fallecieron muy jóvenes.

De sus hijos, María Ester, se casó con Alberto Martínez Ruiz,  Santiago, con Mercedes O’Ryan O’Ryan, hija de Pedro V. O’Ryan León (tío) y Mercedes O’Ryan Samaniego (hermana), Rosa, casada con Pablo Frick Frick, Sara se casó con Arturo Romero Hodges, Olga  con Arturo Maillard Gamboa, Alfonso caso con Amanda Munita Bobadilla y Armando, mi bisabuelo, se casó con María O’Ryan Molina, su prima, hija de Samuel O’Ryan Samaniego y María Estela Molina Sotomayor, todos continuaron con la descendencia familiar.

firma Santiago O'Ryan Samaniego

Firma del Teniente Coronel, Santiago O’Ryan Samaniego.

 

Notas

Notas
1 Dos libros que leí y que recomiendo: 1- Cartas de la Guerra del Pacifico – Correspondencia de Manuel Ignacio Silva Varela 1879 – 1881 de María Soledad Manterola y Juan Ricardo Couyoumdjian 2- Un veterano de tres guerras de Guillermo Parvex
2 Camilo Osorio Gálvez, Movilización De San Fernando En La Guerra Del Pacífico (1879-1884) – La Ruta del Regimiento Colchagua y del Batallón San Fernando, Cuaderno de Historia Militar N°4 – Departamento de Historia Militar diciembre de 2008 – pag 73
3 Francisco Antonio Machuca y Marín, Las cuatro campañas de la Guerra del Pacífico: Campaña de la sierra. Imprenta Victoria, 1930, pag.53
4 Machuca y Marín , 1930, pag.98-99